domingo, 6 de julio de 2014

Introducción (BZ nº 5)

“Considerados desde el punto de vista de su existencia terrestre; es decir, no ficticia, sino real, la masa de los hombres presenta un espectáculo de tal modo degradante, tan melancólicamente pobre de iniciativa, de voluntad y de espíritu, que es preciso estar dotado verdaderamente de una gran capacidad de ilusionarse para encontrar en ellos un alma inmortal y la sombra de un libre arbitrio cualquiera. Se presentan a nosotros como seres absoluta y fatalmente determinados: determinados ante todo por la naturaleza exterior, por la configuración del suelo y de todas las condiciones materiales de su existencia; determinados por sus innumerables relaciones políticas, religiosas y sociales, por los hábitos, las costumbres y las leyes, por todo un mundo de prejuicios y de pensamientos elaborados lentamente por los siglos pasados y que se encuentran al nacer a la vida en sociedad; de la cual no fueron jamás los creadores, sino los productos, primero, y más tarde los instrumentos. Sobre mil hombres apenas se encontrará uno del que se pueda decir, desde un punto de vista no absoluto, sino solamente relativo, que quiere y que piensa por sí mismo. La inmensa mayoría de los individuos humanos, no solamente en las masas ignorantes, sino también en las clases privilegiadas, no quieren y no piensan más que lo que todo el mundo quiere y piensa a su alrededor; creen sin duda querer y pensar por sí mismos, pero no hacen más que reproducir servilmente, rutinariamente, con modificaciones por completo imperceptibles y nulas, los pensamientos y las voluntades ajenas. Esa servilidad, esa rutina, fuentes inagotables de la trivialidad, esa ausencia de rebelión en la voluntad de iniciativa, en el pensamiento de los individuos son las causas principales de la lentitud desoladora del desenvolvimiento histórico de la humanidad”

                                                      Bakunin en “Incitar a la Acción” pag: 48

miércoles, 2 de julio de 2014

Cómo y por qué apostatar


Por Juan Andres Drewjn

* Las fuentes estarán enumeradas y colocadas al final.

¿Qué es la apostasía?

" Negar la fe de Jesucristo recibida en el bautismo." Rae. (1) La apostasía  trata de la renuncia a la fe en una religión. Esto significa dejar de pertenecer a esa religión.  Se puede decir que una persona pertenece a cierta religión (tomemos de ejemplo la religión Católica Apostólica Romana) cuando es bautizada, dejar de estar bautizado significaría la apostasía. La apostasía no significa ser ateo, uno puede seguir creyendo pero no estar dentro de la iglesia católica, también podría unirse a otra religión.
¿De qué sirve apostatar?
En Argentina la Iglesia Católica es una de las instituciones con mayor nivel de representatividad que se adjudica.
Primero que nada es importante tener en cuenta que en Argentina el 95,3% de los habitantes son considerados católicos según una encuesta del CONICET hecha en el 6 de Agosto de 2008 (2). Y según este reporte ‘’International Religious Freedom Report 2004(3) del ‘’U.S. Department of state (15 de septiembre de 2004)’’ la iglesia católica dice tener 25 millones de miembros. ‘’The Roman Catholic Church claimed 25 million baptized members (approximately 70 percent of the population)’’ que significaría el 70% porciento de la población.
La ICAR (Iglesia Católica Apostólica Romana) para poder pisar fuerte en nuestro país necesita demostrar su poder y una de las formas de hacerlo es acudir a la cantidad de bautizados que para ellos cuentan como integrantes de la institución, para esto las diócesis en el país tienen un libro de bautismos  en el cual figura el nombre con el DNI de las personas que fueron bautizadas y supuestamente que pertenecen a la religión católica. Es totalmente absurdo que la iglesia considere integrante a cualquier bautizado, un bebé por ejemplo no tiene la capacidad de elegir su culto, y si fue bautizado ya cuenta como integrante de la institución.
La forma de dejar de pertenecer a la iglesia católica si fuiste bautizado es nada más que la APOSTASÍA, en este proceso podemos dejar de formar parte del porcentaje que  la iglesia se adjudica para poder participar en decisiones y reclamos dentro  del país. Apostatar entonces sirve para que la Iglesia no hable por nosotros, para que no se involucre con el Estado, que no se oponga a cosas que a nosotros nos parezcan correctas y que no promueva cosas que al pueblo le parecen incorrectas. Evitar que el sueldo de los obispos salga del bolsillo de todos los ciudadanos. Evitar que tenga un poder que no le corresponde y que de una vez por todas lograr el Estado laico.



La Iglesia HABLA POR SUS MIEMBROS, ¿Qué significa esto?

Existen varios ejemplos, prosigo a nombrar algunos:
Respecto a la educación sexual. Según esta noticia de la nación (4)
 ‘La Iglesia cuestionó con firmeza los lineamientos que obligan a enseñar en las aulas los métodos anticonceptivos, entre otras pautas de educación sexual, y advirtió que ese carácter obligatorio "no deja margen de acción a los padres para objetar aquellos contenidos que pudiesen atentar contra sus convicciones religiosas y morales".’
La ICAR habla por nosotros cuando dice que cuestiona la educación sexual en las escuelas, además los obispos señalan que se omite ‘...la educación en la abstinencia y en la fidelidad mutua como conductas preventivas del contagio del virus…’.  Por eso, si estas bautizado y estas a favor que se brinde cierta educación sexual en las escuelas, hay un algún grado de incoherencia.

Respecto al aborto:

Citando al catecismo: 1398  Quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión latae sententiae. (5)  
Del aborto no hay mucho que hablar ya que hoy en día es uno de los temas más cuestionados por la iglesia.

Respecto al divorcio:

Lo que dice el catecismo:
1650 Hoy son numerosos en muchos países los católicos que recurren al divorcio según las leyes civiles y que contraen también civilmente una nueva unión. La Iglesia mantiene, por fidelidad a la palabra de Jesucristo ("Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla; y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio": Mc 10,11-12), que no puede reconocer como válida esta nueva unión, si era válido el primer matrimonio. Si los divorciados se vuelven a casar civilmente, se ponen en una situación que contradice objetivamente a la ley de Dios. Por lo cual no pueden acceder a la comunión eucarística mientras persista esta situación, y por la misma razón no pueden ejercer ciertas responsabilidades eclesiales. La reconciliación mediante el sacramento de la penitencia no puede ser concedida más que aquellos que se arrepientan de haber violado el signo de la Alianza y de la fidelidad a Cristo y que se comprometan a vivir en total continencia. (6)
Y nos damos cuenta que es un tema sensible para la Iglesia ya que Perón por ejemplo en la época de enfrentamiento contra la iglesia logra una sanción que autorizaba el divorcio vincular lo que permitía a los divorciados volver a casarse. Esto lo hizo como una ofensiva contra la iglesia.  (7)

Respecto a una campaña de preservativos:

En esta noticia (8) se muestra la opinión del Obispo castrense Antonio Baseotto respecto a una campaña de preservativos de Ginés González García un ex ministro de salud, hoy en día embajador argentino en Chile.
El obispo Baseotto en una carta dirigida al ex ministro de salud expresó ‘…la multiplicación de los abortos que usted propicia con fármacos conocidos como abortivos es apología del delito de homicidio…’ ‘…cuando usted repartió públicamente profilácticos a los jóvenes, recordaba el texto del Evangelio donde nuestro Señor afirma que -los que escandalizan a los pequeños merecen que le cuelguen una piedra de molino en el cuello y lo tiren al mar- ’
‘…distribuir profilácticos es propiciar el libertinaje sexual y difundir impunemente el sida, que es ampliar el mercado de los que negocian y lucran con la salud física y moral de nuestra juventud.’
‘Se está contribuyendo a la degradación de nuestra sociedad con los mismos principios de los emperadores romanos: panem et circenses”
La Iglesia Católica se opone al uso de métodos anticonceptivos. El Catecismo dice claramente:
2370 La continencia periódica, los métodos de regulación de nacimientos fundados en la auto observación y el recurso a los períodos infecundos (HV 16) son conformes a los criterios objetivos de la moralidad. Estos métodos respetan el cuerpo de los esposos, fomentan el afecto entre ellos y favorecen la educación de una libertad auténtica. Por el contrario, es intrínsecamente mala “toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga como fin o como medio, hacer imposible la procreación” (HV 14): «Al lenguaje natural que expresa la recíproca donación total de los esposos, el anticoncepcionismo impone un lenguaje objetivamente contradictorio, es decir, el de no darse al otro totalmente: se produce no sólo el rechazo positivo de la apertura a la vida, sino también una falsificación de la verdad interior del amor conyugal, llamado a entregarse en plenitud personal. [...] Esta diferencia antropológica y moral entre la anticoncepción y el recurso a los ritmos periódicos implica [...] dos concepciones de la persona y de la sexualidad humana irreconciliables entre sí» (FC 32). (9)

Respecto a la eutanasia:

El catecismo dice claramente:
2277 Cualesquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa consiste en poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable.
Por tanto, una acción o una omisión que, de suyo o en la intención, provoca la muerte para suprimir el dolor, constituye un homicidio gravemente contrario a la dignidad de la persona humana y al respeto del Dios vivo, su Creador. El error de juicio en el que se puede haber caído de buena fe no cambia la naturaleza de este acto homicida, que se ha de rechazar y excluir siempre. (10)

Respecto al Sexo prematrimonial:


La iglesia también se opone, citando de nuevo al catecismo:
 "2350 Los novios están llamados a vivir la castidad en la continencia. En esta prueba han de ver un descubrimiento del mutuo respeto, un aprendizaje de la fidelidad y de la esperanza de recibirse el uno y el otro de Dios. Reservarán para el tiempo del matrimonio las manifestaciones de ternura específicas del amor conyugal. Deben ayudarse mutuamente a crecer en la castidad. "  (11)


Respecto a la homosexualidad:


La iglesia Católica pretende CONDENAR a la homosexualidad. Citando al catecismo:
2357 La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado. Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves (cf Gn 19, 1-29; Rm 1, 24-27; 1 Co 6, 10; 1 Tm 1, 10), la Tradición ha declarado siempre que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 8). Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso. (12)
Y me parece que está de más nombrar la postura de la ICAR cuando en Argentina se logró el matrimonio homosexual. (13)
Después de los ejemplos citados, sabemos porque la ICAR habla por sus miembros, muchas de las personas suelen decir ‘pero yo no pienso así’ o ‘eso es la institución, otra cosa son las personas adentro’. Estos argumentos parecen racionales pero en realidad no sirven de mucho ya que al cabo las personas bautizadas ayudan a que la iglesia pueda tener un papel tan importante en el país. Imaginémonos que la iglesia contara con 100 personas bautizadas, ¿Tendría el mismo poder?
La ICAR habla por vos contra la homosexualidad, el aborto, el sexo prematrimonial, eutanasia, repartición de métodos anticonceptivos, educación sexual y más. No importa que vos tengas opiniones diferentes, la iglesia al hablar no te toma en cuenta ya que si estás bautizado, sos uno más para ellos.

¿De dónde sale el sueldo de los obispos?


Otro punto que es importante aclarar es el sueldo de los obispos, ¿de dónde sale? Nada menos que nuestros impuestos. Según la ley LEY N° 21.950 los obispos y arzobispos gozarán de una asignación mensual equivalente al 80 % de la remuneración fijada para el cargo de Juez Nacional de Primera Instancia. Los obispos auxiliares gozarán del 70% de la remuneración fijada para los jueces nacionales de primera instancia. Esta ley está firmada por Videla y Martínez de Hoz. En plena dictadura.
También citando la ley 21.540 podemos ver que el pago por su jubilación la mantiene el pueblo, esa ley aclara que gozarán de forma vitalicia una vez que el cargo haya cesado (una vez cumplidos los 75 años o por alguna incapacidad) el 70% del sueldo de los jueces de primera instancia para los obispos y arzobispos y 60% de los jueces de primera instancia para los obispos auxiliares. Esta ley también fue firmada por Videla.
Es TOTALMENTE incoherente que personas que no estén dentro de la ICAR tengan que pagar impuestos que son destinados al sueldo de obispos y a su jubilación. Ese dinero debería ser recaudado únicamente por la iglesia y no por parte del Estado, y cabe señalar que estamos hablando de leyes firmadas en plena dictadura.

¿Cómo apostatar?


El trámite de apostasía es sencillo contrariamente a lo que muchos creen. En síntesis es: entregar una carta pidiendo que se modifiquen los registros donde aparecemos como católicos en la parroquia donde uno fue bautizado, esperar, y listo. No hace falta andar explicando a nadie, ni tener que hablar con algún obispo ni nada de eso.
Resumidos en 3 pasos:
1-Hacer la carta:
Yo recomiendo ingresar a la página web: http://www.apostasia.com.ar/index.php/generar-carta-modelo
De esta forma uno se ahorra el trabajo de hacer la carta y solamente rellena unos datos y ellos te la generan, lista para ser impresa.
Acá se puede ver una carta modelo:
http://www.apostasia.com.ar/index.php/carta-modelo-para-apostatar
Lo recomendable es imprimir un duplicado así una de las cartas la entregamos y la otra pedimos que nos la firmen como ‘recibido’ de esa forma podemos usarlo a nuestro favor si es que cuando vamos a pedir para ver si fue modificada nuestra información nos dicen que nunca recibieron nuestra carta.
2-Llevarla a la diócesis.
Una vez que tenemos la carta solo hace falta llevarla. Si sos de Posadas Misiones seguramente fuiste bautizado acá, y tendrias que ir a la diócesis ubicada en Félix de Azara 1604 (casi Sarmiento) cerca de la catedral. Nos podremos acercar a esta diócesis dentro del horario de 8 a 12 de lunes a viernes para entregar la carta. Es importante entregar una de las cartas y el duplicado pedir que nos lo firmen como ‘recibido’. También uno le puede dar el número de teléfono y ellos te avisan cuando podes ir para terminar el trámite.
3-Esperar y volver a la diócesis para constatar la información.
Si les diste tú número solo basta esperar, y una vez que te llaman vas de nuevo y constatas que hayan cambiado los datos. Y si no diste tu número es recomendable que esperes una semana y vayas de nuevo y listo. Apostataste.



Fuentes:

(1) http://buscon.rae.es/drae/srv/search?id=Ob78W176YDXX2OrwvDMI
(2) http://edant.clarin.com/diario/2008/08/27/um/encuesta1.pdf
(3) http://www.state.gov/j/drl/rls/irf/2004/35522.htm
(4) http://www.lanacion.com.ar/1022738-reclamo-de-la-iglesia-por-la-educacion-sexual
(5) http://www.vatican.va/archive/ESL0020/__P55.HTM
(6) http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p2s2c3a7_sp.html
(7) http://es.wikipedia.org/wiki/Relaci%C3%B3n_Iglesia_cat%C3%B3lica-Estado_argentino_%281943-1955%29)
(9) http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p3s2c2a6_sp.html
(10) http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p3s2c2a5_sp.html
(11) http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p3s2c2a6_sp.html
(12) http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p3s2c2a6_sp.html
(13) http://www.lanacion.com.ar/1256553-la-iglesia-alerto-sobre-el-error-de-aceptar-el-matrimonio-gay








Libertad para Macanear

Por Matias Castro

  
   Es sabido que los seres humanos (y también el resto de los animales) valoramos, en mayor y menor medida,  ciertos grados de libertad individual. No estamos a gusto con que siempre se nos imponga que ropa usar, que libro leer y menos aún que pensar. Disfrutamos de cierta autonomía a la hora de, por ejemplo, hacer investigación científica o arte. Es cierto que la tecnología y la técnica pueden progresar en entorno cerrados, con nula crítica exterior y comandada desde arriba. La técnica bélica, es decir, la creación de artefactos para matar en cantidades industriales creció considerablemente durante el período de hermetismo de la URSS. Pero es importante entender que las grandes teorías que soportan esas técnicas (el descubrimiento de la estructura del átomo entre otros) sólo son posibles en las sociedades abiertas que pregonaba Karl Popper. La falta de libertad, incluso, puede enfermar. En el ya clásico estudio Whitehall que se llevó a cabo en Inglaterra, entre otros muy interesantes descubrimientos, se llegó a relacionar la falta de autonomía laboral (entendida como, por ejemplo, la imposibilidad de tomar decisiones que afecten el trabajo propio) con una tasa de mortalidad más alta que las de quienes sí toman decisiones. Por el contra-intuitivo que se presente, es preferible poder decidir y tener la presión de hacerlo que ser un sirviente: la subordinación enferma.
   La expresión política de la libertad, es el movimiento liberal. Y más específicamente, el liberalismo: un sistema filosófico, económico y social fundado en la libertad. El Estado de Derecho, la división de poderes, la democracia representativa, un ordenamiento constitucional, el Estado laico, la oposición al despotismo y el fascismo entre otros son atribuibles, o al menos concordantes, con la filosofía liberal. La Revolución Francesa es en gran parte una revolución liberal, que nació por oposición a las monarquías. Desde el S. XVIII las democracias liberales son el sistema de ordenamiento socio económico y jurídico predominante en occidente. No es menester de este pequeño artículo debatir las innumerables controversias alrededor de la filosofía liberal. Las hay y son muchas y algunas muy bien fundadas: existen flancos flacos tanto en la filosofía como en la economía que se desprenden del ideario liberal. El liberalismo es una corriente filosofía contemporánea, fértil, y vastísima. Tarea titánica sería hacerles justica a todas las críticas que le son atribuibles como así también a sus aportes valiosos. En todo caso, vale aclarar que la libertad no es un bien en sí mismo. La libertad no es deseable por sí misma. Lo es, en tanto ayude al desarrollo de sociedades más justas, igualitarias, saludables y productivas. En la inmensa jungla de interpretaciones sobre el liberalismo, la que nos compete en este artículo es una que destaca por no colaborar a tener un mundo más humanista.

   El filósofo y físico argentino Mario Bunge expresó alguna vez que 'en toda ciencia, hay bolsas de pseudociencia'. En este caso, en toda filosofía (o cosmovisión) hay bolsas de pseudofilosofías y cosmovisiones abiertamente pseudocientíficas y peligrosas. El liberalismo no escapa de esto. La expresión más radical del liberalismo se conoce como libertarismo o liberalismo libertario (también se utiliza la expresión en espanglish libertarianismo, del inglés libertarianism). El libertarismo es  polisémico, es decir, tiene varios significados. Existe el libertarismo de izquierdas y de derechas. Existe el libertarismo colectivista e individualista. Algunos anarquistas socialistas se han denominado libertarios como Noam Chomksy y algunos liberales, como Leonard Read, se han llamado libertarios también para diferenciarse de los liberales clásicos. En este caso, nos referimos a los libertarios individualistas, aquellos en favor de la propiedad privada irrestricta y la filosofía individualista. En esta galería encontraremos libertarios capitalistas y anarco capitalistas. Argüiré brevemente en este artículo que el libertarismo de derechas presenta varios aspectos condenables y rechazables: desde la inmoralidad hasta la pseudociencia.

   Al igual que el liberalismo, el libertarismo se presenta en muchas formas y colores. Me limitaré a señalar sólo algunos ejemplos y presentar sólo a algunos personajes detrás de esta filosofía. Uno de los principios básicos y fundacionales del libertarismo es lo que se denomina principio de no agresión (PNA). El PNA establece que la libertad de una persona para disponer de su cuerpo y de su propiedad privada del modo en que estime oportuno debe de ser ilimitada, siempre y cuando esa persona no ejerza coerción sobre otras personas. Los libertarios definen 'coacción' como el uso de fuerza física, la amenaza de usarla o el fraude, que altere o pretenda alterar el modo en el que un individuo vaya a usar su cuerpo o propiedad. El PNA presenta algunos problemas lógicos y prácticos. Primero, tiene una característica propia de la pseudociencia (o, mejor dicho, el pensamiento mágico en general) que es su aparente capacidad totalizadora. Este breve principio debería dar respuesta a casi todo: ¿leyes de distribución de la riqueza o salarios mínimos? Coerción, por lo tanto debe rechazarse. ¿Leyes anti discriminación? Igual suerte, es coerción. La 'seguridad' que proporciona este principio desincentiva a los libertarios a estudiar más en profundidad estás cuestiones. No hay necesidad de recurrir a la sociología, la economía empírica o la historia. Todo proceder se desprende lógicamente del PNA.
   El PNA establece que es absolutamente indeseable algún tipo de coerción. Por ejemplo, bajo el régimen del PNA prácticamente cualquier tipo de contaminación debería ser prohibida ya que conflictua con la libertad del prójimo. Sin importar que tan crucial o indispensable haya sido (y es aún) algún tipo de contaminación (la industrial, por ejemplo) debería ser prohibida. Siguiendo esta línea de pensamiento, tampoco sería permisible provocar pequeñas agresiones para lograr grandes beneficios. Un libertario no debería estar a favor de la vacunación masiva obligatoria, por más que la misma pueda erradicar enfermedades. Es más, algunos lobbys estadounidenses de libertarios conservadores son parte del lamentablemente grupo de anti-vacunas, pero sobre esto nos despacharemos luego. Existe también una actitud de todo-o-nada respecto al riesgo. El reconocido economista liberal Milton Friedman propuso un ejemplo ilustrativo: una cosa es disparar un arma contra alguien (violaría el PNA) pero otra es correr el riesgo de disparar (usando un arma de seis disparos con sólo una bala) y esto último no violaría el PNA. Podríamos incluso conducir ebrios por la carretera, ya que prohibirlo violaría el PNA, y correr el altísimo riesgo de asesinar a alguien o a nosotros mismos. Insultar o denigrar a alguien privada o públicamente podría no violar el PNA, pero atacar físicamente a quien perpetra la calumnia sí. Pretender que lo correcto y lo esperable de alguien que es insultado sea la pasividad sólo demuestra la profunda ignorancia sobre el ser humano que subyace al PNA. Uno de los expositores más reconocidos del PNA es Murray Rothband, quien realizó un gigante reductio ad absurdum (reducción al absurdo o demostración por el absurdo) en forma de libro en su Ética de la libertad. Entre otras cosas, podemos leer que Rothband entiende como éticamente aceptable y moralmente justificado que los padres dejen morir de hambre a sus hijos (o a cualquier persona) ya que obligarlos a alimentarlos sería una violación del PNA. También intenta argumentar porque sería aceptable que exista un mercado sexual de niños: ellos deberían ser libres para vender su cuerpo, nadie puede prohibir el libre comercio de nadie. Asimismo, un padre podría vender a un hijo no-nato al mejor postor. Un niño podría decidir irse de su casa y venderse a cualquier padre adoptivo. Aquellos que ejercen posiciones dominantes de poder, es decir, aquellos que tienen las mejores chances de influir en el comportamiento de sus pares, tendrían un abanico muy grande de acciones éticamente reprochables para llevar a cabo. Y bajó el PNA, todas estas son aceptables: discriminación, trabajo inhumano, muerte por hambruna, mercado de niños, mercado sexual de menores de edad, asesinato por omisión, etc. ya que estos libertarios pueden darse el lujo de prescindir de cualquier entendimiento científico sobre lo social: tienen su pequeño manojo de reglas que solucionan cualquier dilema. Ejercer violencia sobre alguien está mal en muchas ocasiones, pero no es lo único que está mal. En resumen, el PNA es una visión simplista, reduccionista, irracional y anti-humanista del mundo. Afortunadamente, la versión más radical y brutal del PNA no es aceptada universalmente por los libertarios.
Y con justas razones.

    Desafortunadamente, el macaneo libertario no se limita a la esfera del análisis ético. El libertarismo también presenta en su prontuario pseudociencia hecha y derecha. Dentro de la epistemología económica libertaria, existe una escuela de pensamiento económico llamada austríaca. Cuenta entre sus filas con nombres reconocidos como Carl Menger y otros no tanto como Walter Block, de quien hablaremos más adelante. La Escuela Austríaca (EA) nace a principios del SXX en Vienna. Fue contemporánea de otro gran charlatán, quizás más conocido en nuestro país: Sigmund Freud. La EA también se la conoce con el nombre de Escuela Psicológica y algunos autores (Riesmann, Rieff) atribuyen a la EA una influencia de las teorías pseudocientíficas de Freud. Como veremos más adelante, los economistas austríacos parecen desconocer o ignorar voluntariamente los aportes de la psicología científica actual (por ejemplo en la forma de sesgos cognitivos, como veremos más adelante en relación a su modelización del agente económico racional). De todas maneras, intentaré exponer que la EA es pseudociencia por sus propios medios.
   El método de análisis de la EA se llama praxeología. La praxeología es la aplicación de pensamiento deductivo (lógico) a una serie de axiomas de las cuales se derivan las conclusiones. La praxeología es, metodológicamente, una forma de individualismo epistemológico. El problema radica, por supuesto, en la exposición de estos axiomas. Uno de sus axiomas básicos, aunque no sea reconocido, es la asunción de que el agente económico es siempre racional. Pero la EA entiende a la racionalidad de manera subjetiva: si yo decido que salir del cuarto piso por la ventana es racional, lo es para mí pero no para usted. Si usted usa el ascensor ambos estamos siendo racionales pero mis medios y objetivos difieren de los suyos (es decir, una definición infalsable). Su homo agens no es otra cosa que el antiguo homo œconomicus — un modelo desactualizado sobre el accionar, supuestamente racional, de los agentes económicos. Refutado experimentalmente en varias ocasiones, siendo famoso el experimento de Zurich de Ernst Fehr y Urs Fischbacher o el 'juego del ultimatum' en economía corporamental. Es decir, toda acción es individual y racional, y sus resultados necesariamente lógicos. De aquí nace su idea de axiomas a priori independientes de la experiencia: ¿para qué molestarse en investigar si ya sabemos, apriorísticamente, que todo humano es un agente racional y subjetivo que acomoda medios a fines? El objetivo que perseguía la EA era noble, conseguir una teoría económica pura que sean tan 'general y abstracta' como la matemática. Ludwig von Mises afirma: “Los teoremas obtenidos mediante un razonamiento praxeológico correcto no sólo son perfectamente ciertos e indiscutibles, como los teoremas matemáticos correctos. Se refieren, por lo demás con la total rigidez de su certeza e indiscutibilidad apodícticas, a la realidad de la acción tal como se manifiesta en la vida y la historia. La praxiología transmite un conocimiento exacto y preciso de cosas reales” pero lo cierto es que, por ejemplo, la geometría matemática de Euclídes no es exactamente igual que la geometría física (cuando se interpretan rayos de luz como líneas y las superficies como límites de cuerpos). Hay geometrías conceptuales que se refieren a puntos, líneas, ángulos, etc. y otras que se refieren a relaciones espacio-temporales, a relaciones entre cosas físicas y no sólo a ficciones u objetos conceptuales. La primera sólo requiere procedimientos conceptuales y la segunda, al referirse al mundo material, exige mediciones. Por lo tanto, si una teoría o hipótesis se refiere a elementos fácticos, es mandatorio esforzarse para corroborarlas empíricamente: es una regla básica del método científico. La corroboración empírica, directa o indirecta, cuando es posible, no sólo es deseable sino que un indicador de que estamos ante una ciencia (o cuasiciencia o protociencia) y no una pseudociencia (a menos que hablemos de ciencia formales, que se refieren a objetos ideales sin existencia material y da la casualidad de que las personas son materiales). La economía es una ciencia fáctica, no una ciencia formal, puramente apriorística, como la lógica.
   El profesor Walter Block es un ejemplo más reciente del legado de la EA. En una conferencia se lo puede escuchar decir frases abiertamente anticientíficas como 'si el test muestra que el axioma está mal, hay algo mal en el test'.  Block cuenta una anécdota de cuando él era un pequeño estudiante postdoctoral de economía todavía sin haber conocido la luz de la Escuela Austriaca. "Lo que quería mostrar es que si se tiene control de alquileres, se arruina el alojamiento". Entonces quería mostrar que había una correlación estadísticamente significativa entre índices de mal alojamiento (abandonamiento, mala calidad de vivienda, etc.) y el control de alquileres. "Y la mayoría de las veces obtenía el signo correcto en mis observaciones". A esta altura uno nota que el lenguaje de este señor no es el lenguaje de la ciencia. Uno no tiene que 'intentar probar' algo, tiene que analizar si es que algo pasa o no. El científico debe buscar la verdad en los datos, no que los datos le digan lo que él quiere probar. Y tampoco podés decir que obtenés 'el signo correcto'. Los resultados son los que dan los datos y luego se analizará sus causas e interpretaciones. Pero Block sigue: "Sin embargo cada tanto conseguía el signo equivocado, es decir, que a más control de alquileres, mejor viviendas". Entonces, en vez de analizar por qué le había dado un resultado inesperado y aprender de eso su director le dice "Hacelo de nuevo hasta que te salga bien". Lejos de criticar esta actitud como anticientífica, Block la señala como el método de los Austriacos. "Es una falacia decir que los austriacos estamos en contra de la investigación empírica, la diferencia es la interpretación que hacemos de ella. Lo que nosotros hacemos es ilustrar verdades axiomáticas en economía". Los austriacos llegan a la conclusión que les gusta y luego torturarán los datos hasta que éstos les digan lo que ellos ya creen saber. Ese es el accionar de la pseudociencia; ¡es un caso de libro y Walter Block nos lo dice como si fuera una virtud! Un compañero del Círculo Escéptico Argentino ilustro perfectamente está actitud una genial analogía, me comentó:

Imagínense si Galileo hubiera seguido la escuela Austriaca. "Oh, mirando a través de este 'telescopio' veo que la Luna tiene protuberancias e imperfecciones. Pero esto es imposible ya la lógica aristotélica dice claramente que todos los cuerpos celestes son esferas perfectas. Este 'telescopio' no puede confirmar mis ideas preconcebidas, no debe sirve para nada."

Los partidarios de la EA rechazan el método científico (al no investigar, sino deducir. Al rechazar la estadística y la experiencia previa, etc.) Para la formulación de sus axiomas y teorías. Como así también la modelización matemática, provocando un dejá vu de las paradojas de Zenón en las cuales una tortuga vencía en una carrera a Aquiles, el de los pies ligeros. Al no aceptar la contrastación empírica, los axiomas y las teorías de la EA se escudan de la crítica. Siguiendo a Von Mises, quién especificó que los axiomas no se deriva de la experiencia y que por lo tanto no están sujetos a la falsificación en el campo de la experiencia y los hechos, pudimos analizar las fallas de la praxeología incluso dentro del campo de la lógica. De todas maneras, la EA de la mano de Menger tuvo aportes interesantes. Quizás el más significativo es la introducción de la utilidad marginal (rompiendo con la tradición de la teoría clásica del equilibrio). Pero Menger no fue, estrictamente, el autor original. William Jevons y Marie-Esprit-Léon Walras publicaron o bien antes o bien contemporáneamente a Menger (y, aparte, lo explicaron mucho mejor; científicamente). Otro aporte original de la EA fue la teoría del ciclo económico, por parte de Hayek y Von Mises, que fue posteriormente revisada y refutada por un economista liberal: Milton Friedman.

   Lamentablemente, este no fue el único coqueteo del libertarismo con la pseudociencia. En Argentina, uno de los exponentes más reconocidos del liberal libertarianismo es el Partido Liberal Libertario (PLL o PL). Un partido de la Capital Federal, que desempeño pobremente en las únicas elecciones a las que se presentó, con el slogan 'Derechos individuales; mercados libres; no agresión'. El primer candidato, y uno de los voceros, del PL es Gonzalo Blousson. Blousson se manifestó a favor de la 'educación alternativa'. El lector avispado sabrá interpretar perfectamente qué significa 'alternativa' en este contexto. Blousson declaró que deberían existir las escuelas o instituciones de educación del tipo Pedagogía 3000, Montessori, Killpatrik, Escuela Waldorf. Excede a la intención de este artículo criticar estas 'alternativas' educativas, pero para quien las desconozca, son metodologías new age pseudocientíficas de pedagogía sin ningún fundamento científico. La pedagogía Waldorf, por ejemplo, fue fundada por un esoterista: Rudolf Steiner. Que tiene a su secueaz argentino; el niño índigo Matías Di Stefano. No sólo en Argentina se manifiesta el dilema de abrazar la libertad, abrazar la pseudociencia. En la tierra de la libertad, Estados Unidos, en pleno SXXI aún se debate si se debería o no enseñar creacionismo en los colegios. Más allá que esto puede atribuirse a los lobbys conservadores, se desprende de lo que expuesto hasta aquí que en una sociedad libertaria las escuelas privadas tendrían todo el derecho del mundo de enseñar pseudociencia y con metodología pseudocientífica. Si algún día me vuelvo libertario, recuerdenme fundar la Facultad de Pseudociencias: sin laboratorios, ni investigación, ni profesores acreditados, ni planes de estudo científicos, ni pedagogía basada en evidecia, ni mecanismos de evaluación... pero con total libertad.

  Los libertarios también han enarbolado alto la bandera de la anticiencia al abrazar el negacionismo del cambio climático antropocéntrico (en el peor de los casos, simplemente negaran el cambio climático/calentamiento global en su totalidad o sostendrán que es 'natural e inofensivo'). El consenso científico actual es que el calentamiento existe, que es causado en buena medida por la
actividad humana y que tiene y tendrá consecuencias graves si no se modera. Así lo creen al menos más del 90% de los científicos climáticos del mundo. Varios think tanks libertarios estadounidenses, con cuantiosas sumas de dinero de las empresas, llevan adelante una cruzada contra la ciencia. Pero no sólo los incentivan los billetes, sino que se trata de un caso grave de disonancia cognitiva. Se trata de que los promulgadores del libertarismo acepten que la intervención estatal puede ser una salida efectiva al problema del cambio climático. Eso sería inaceptable para el núcleo de la filosofía libertaria. Los propagandistas libertarios del negacionismo son bien conocidos; entre ellos sobresalen la Heritage Foundation, el Cato Institute, el Competitive Enterprise Institute y el Heartland Institute. Por ejemplo, en 1988, Patrick Michaels del Cato Institute, presentó de forma distorsionada los estudios de un climatológo, James Hansen, durante el debate por el protocolo de Kyoto. Michaels eliminó proyecciones de Hansen en relación a la gravedad del cambio climático para hacerlo ver como un alarmista. Desafortunadamente, las predicciones 'alarmistas' de Hansen resultaron ser sorprendentemente certeras. En 2012, Michaels volvió a la carga haciendo un cherry picking (cosecha de cerezas, se comete esta falacia al elegir sólo los estudios que refuerzan la posición propia) en una fallida refutación a un informe de la Agencia de Protección Ambiental (EPA). Un ejemplo más: el NIPCC (Nongovernmental International Panel on Climate Change) es la contrapartida no gubernamental del IPCC (organización mundial de científicos del clima). No tiene afiliación gubernamental, pero el NIPCC está financiado por el Heartland Institute, que describe su misión como la de “descubrir, desarrollar y promover soluciones de libre mercado a problemas sociales y económicos”, es a su vez financiado por cuantiosas donaciones de la petrolera ExxonMobil (la mayor de las empresas que contribuyen a la causa negacionista, por lejos) y de fundaciones privadas sin fines de lucro, como la Seid Foundation, la Bradley Foundation y la Walton Family Foundation, todas ellas fundadas por individuos con tendencias libertarias y antiestatistas, y contribuyentes habituales de causas que van desde la eliminación de controles a las emisiones contaminantes de las fábricas hasta la abolición de las escuelas públicas. Los reportes del NIPCC por lo general son sesgados y con datos o argumentos ya refutados. Pero al ser asistidos económicamente, logran producir investigaciones y llegar al público. ¿Tendrán la misma suerte en el campo de la revisión por pares abierta?
  
   Claro está que en este artículo no puede hacerse justicia a todo lo que puede decirse sobre el libertarismo. Pero la intención del artículo es echar un poco de luz sobre la mula que esconde el liberalismo, que como se expresó antes, es una filosofía mucho más rica que su contrapartida. En términos generales, es importante entender que las ansías de defender la libertad no es una excusa para comportarse como un idiota, un racista, un psicópata o un pseudocientífico. En resumidas cuentas, la libertad para macanear no es una libertad deseable ni respetable. Sostengo que, al menos en lo expuesto aquí, el libertarismo no es una cosmovisión actual, concordante con el corpus científico y la filosofía humanista, sino una expresión brutalista y deficiente del liberalismo clásico.
  





¿Es racional el movimiento Anti-transgénico?

Para provocar indignación y rechazo popular uno de los métodos más eficientes  es declarar que uno está a favor de los transgénicos. Sin duda es uno de los temas más sensibles socialmente en la actualidad, debido al alarmismo que se le dio al asunto.  Naturalmente, es de esperar que así reaccione la población si se les dice que come veneno, pero… ¿realmente come veneno? Plantearse si es posible que los transgénicos no sean tan malos como se dice por ahí es sin duda para los sectores fundamentalistas del new-age cometer una blasfemia magnánima. Pero aún así voy a animarme a inspeccionar este polémico asunto, exponiéndome a todo tipo de amenazas, insultos y al desprecio general de las personas que se tomaron el rechazo dogmático hacia los organismos transgénicos muy a pecho.
Una de las muchas desventajas de la “izquierda” new-age y posmoderna es que proponen objetivos de lucha absurdos que solo sirven para desviar la atención de problemas reales. Generalmente se distraen con teorías de conspiración, como por ejemplo los Chemtrails, que según ellos son aviones que fumigan a la humanidad con veneno, y esto se “evidencia” por las estelas que dejan los aviones en el cielo (llamados coloquialmente “aviones a chorro”), aunque lo cierto es que estas estelas están compuestas simplemente de agua[1]. No solo los new-age simpatizan con absurdas teorías de conspiración, generalmente estas son creídas por todo tipo de gente ignorante y paranoica. Una lucha que sin duda es el estandarte del movimiento new-age, es la lucha contra los Organismos Genéticamente Modificados, basada casi únicamente en conspiranoias –neologismo que refiere a la paranoia por las conspiraciones falsas-, mitos y pseudociencia. Esta lucha es torpe y peligrosa, puesto que no toda la tecnología transgénica es mala, es más, algunas pueden ser muy buenas y totalmente necesarias. Los antitransgénicos muy por lo general carecen de formación técnica y científica al punto que la mayoría ni siquiera sabe lo que es un organismo transgénico[2] -más adelante pasaré a explicar que sí son-.
 
La polémica de los transgénicos comenzó, en parte, como un berrinche religioso. Estos acusaban a los “científicos” de “jugar a ser dios”, algo evidentemente absurdo, ya que, entre otras cosas, para jugar a ser dios deberían jugar a no existir. Como ejemplo pueden ver la película de los 70 Blood Freak, que tiene un claro mensaje católico, antidrogas y antitransgénico –en ella un hombre muta en un monstruo asesino adicto al LSD, por haber rechazado a una novia católica y participado en un experimento donde le hacían comer un pavo transgénico, sí, así de ridículo-.  Luego, la lucha fue tomada por Greenpeace, cosa que casi automáticamente debería hacernos dudar de su valor, ya que los de Greenpeace tienen un largo historial de metidas de pata, por ejemplo, en un momento quisieron prohibir un elemento de la tabla periódica, el cloro. Uno de sus fundadores, Patrick Moore (científico ambientalista), relata en un video como abandonó Greenpeace[3] al darse cuenta que se volvió una horda de anticientíficos y dogmáticos que entablaban luchas sin ningún sentido (aunque como veremos, el principal fundador de la lucha contra los transgénicos en Greenpeace recientemente cambió de opinión al aceptar la evidencia). Más adelante, la fama del movimiento antitransgénicos estalló con la publicación en el 2008 del pseudo-documental repleto de tendenciosas mentiras titulado “El mundo según Monsanto” –más adelante refutaré algunas de estas-. Esto, sumado a que está de moda la irracionalidad anticientífica, neoludita y paranoica a tal punto que es enseñada en las academias de humanidades y ciencias sociales, hizo el caldo de cultivo perfecto para que la moda antitransgénica invada casi todo el mundo, de tal modo que llegaron sus ecos a la pluma del respetable filosofo Mario Bunge, que en su obra “Filosofía política” parece haberse dejado influir por las mentiras de la activista Vandana Shiva, echando por tierra todo lo que predicaba sobre aplicar la evidencia científica.  

 Pasemos a definir lo que es un transgénico: un transgénico es un organismo que ha sido alterado mediante ingeniería genética en procedimientos de adición de genes exógenos para lograr ciertas propiedades específicas. Cuando hablamos de transgénicos, estamos hablando de organismos genéticamente modificados (OGM). Para la modificación genética existen diversas técnicas, por ejemplo:
Transgénesis: adición de genes de cualquier especie, usando por ejemplo biolística entre otras técnicas. Mutagénesis: uso de mutágenos para inducir a mutaciones aleatorias y así buscar rasgos deseados.
Edición génica: uso de un sistema enzimático para modificar el ADN.
Poliploidía inducida: consiste en la multiplicación del número de cromosomas de un cultivo para impactar su fertilidad (gracias a esta técnica se lograron sandias sin semillas por ejemplo).
Fusión de protoplastos: consiste en la fusión de células o componentes celulares para transferir rasgos entre especies.
Cruce: combinación de dos especies sexualmente compatibles, para crear una variedad con rasgos deseados de sus padres.
 La biotecnología no es algo nuevo, desde
el Neolítico la humanidad está modificando el genoma de plantas y animales domésticos a base de mezclar y seleccionar artificialmente las variedades que resultan más provechosas para nuestra especie (para que podamos tener una alimentación variada y sana), sino, investiguen como serían los alimentos que consumimos si nunca hubieran tenido intervención humana (tanto por selección artificial como por modificación genética e hibridación), como ser la banana, el maíz, el durazno o el tomate. Por ejemplo, la manzana verde no existía hasta 1868 (también la frutilla es un invento del siglo XIX), ésta es un híbrido entre Malus Sylvestris y M. Doméstica. El trigo candeal o Triticum aestivum (el cual representa el 95% del trigo cultivado), es una mezcla entre 3 especies diferentes, la Aegilops speltoides, el Triticum turgidum y la Aesliops tauschii. Incluso la naranja es un fruto artificial, una cruza entre tipos de pomelo y de mandarina que los chinos elaboraron hace más de 3000 años[4]

Generalmente los antitransgénicos creen que  lo opuesto a un transgénico es un cultivo orgánico, esto es semántica y científicamente falso. Por definición orgánico es una sustancia química (aclaro para los analfabetas científicos, todo lo que está en la naturaleza es químico, no hablo de sustancias extrañas creadas en laboratorios) que tiene como constante el carbono, en combinación con otros elementos principalmente hidrógeno, oxígeno y nitrógeno.  Básicamente, todo tejido vivo es orgánico, y eso incluye a los transgénicos.  Pero bueno, cuando ellos hablan de alimentos orgánicos creen referirse a cultivos en los que no se usaron productos de síntesis químicas y donde no hay intervención humana en los genomas. Los antitransgénicos creen que estos alimentos son más “sanos” y “menos tóxicos”, pero están lejos de la verdad. En una revisión sistemática de 52.471 estudios[5] se concluye que no hay diferencia entre alimentos en los que se usó un tratamiento “orgánico” de abono,  de uno “no orgánico”. También hay una revisión sistemática de 17 estudios en humanos y 223 estudios de nutrientes que concluye que no hay una diferencia significativa entre los nutrientes de los alimentos orgánicos y los convencionales (refiriéndonos al tipo de abono). Se concluye que los nutrientes no se ven afectados por el tipo de abono. En cuanto a toxicidad de los cultivos tratados con agroquímicos y los cultivos que no, un estudio de la revista “Proceedings of the Nacional Academy of Sciencie”, llega a la conclusión de que las plantas que no recibían insecticidas al ser atacadas por insectos producen tóxicos para defenderse los cuales se acumulan, de modo que no se diferencian significativamente en toxicidad con las que si recibían los insecticidas (en bajas dosis estos insecticidas sintéticos son prácticamente inocuos). Claro que hablamos de insecticidas recomendados por la agronomía actual. Todo esto es con relación al tratamiento, sobre la cuestión de los transgénicos hablaré más adelante, es un error muy común confundir insecticidas y otros agroquímicos con transgénicos –principalmente por la existencia de la soja transgénica resistente al glifosato-, sobre esto también hablaré más adelante, como también profundizaré en la cuestión del uso de estos y en sus efectos.

Los antitransgénicos pretenden irresponsable, ingenua y soberbiamente que sin ninguna formación científica y técnica pueden aconsejar a los más expertos agrónomos sobre cómo estos deben cultivar. Parecen no entender que en el mundo somos 7.000 millones de personas que alimentar,  y que una crisis de cultivo puede provocar una hambruna que diezme la población mundial. La estupidez pseudocientífica ya provocó anteriores hambrunas, por ejemplo con Lysenko en la URSS. Pretender que mágicamente los cultivos se salven de las plagas y las malezas sin utilizar agrotecnología actual es infantilmente insostenible, aún más teniendo en cuenta los avances de la misma y sus innumerables beneficios. Uno de los principales problemas de las “alternativas” que proponen, es que los abonos “orgánicos” producidos con estiércol contienen inherentemente contaminaciones de cepa de escherichia coli, ya en Alemania en el 2011 se produjo un brote por esta bacteria del estiércol que costó 22 muertes y más de 2.200 enfermos.  En Francia en el 2012 hubo un caso de un campo de trigo “orgánico” contaminado de datura, una planta silvestre que contiene alcaloides tóxicos orgánicos –la palabra que tanto aman-, esto terminó por enviar a 18 personas a las salas de emergencia[6]
  Para ir cerrando con el timo de lo “orgánico”: en el 2010 salió un informe del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino del Gobierno de España titulado “Valor y volumen de los productos ecológicos de origen nacional en la industria agroalimentaria española”, en éste mediante la comparación de la agricultura convencional y la “orgánica”,  se llega a la conclusión de que la convencional es, con la misma cantidad de hectáreas, desde 20% hasta 50% mejor. Los mitos de la supremacía de lo vagamente llamado orgánico no es mucho más que una excelente técnica de publicidad para vender estos productos. Empiezan generando una paranoia con respecto a los cultivos convencionales, y así se ganan en un santiamén una horda de compradores que creen en la necesidad de consumirlos. Es un cruel engaño comercial basado en el miedo y la ignorancia de la gente. Pero sigamos con el tema de los transgénicos: 

 Existen miles de estudios (incluyendo estudios de científicos independientes) que demuestran que pueden no ser nocivos para la salud [7],
y que ocupan muchísimo menos agro-químicos y menos contaminantes que muchos alimentos “orgánicos”, por ejemplo, las papas transgénicas resistentes a hongos reducen en un 80% el uso de fungicidas [8]. Recientemente científicos italianos publicaron en “Critical Review of Biotechnology”, un meta-análisis de 1.783 estudios publicados entre 2002 y 2012 sobre transgénicos y sus posibles efectos en la salud humana y en el ecosistema, llegando a la conclusión de que hasta el momento no se ha detectado ningún riesgo significativo relacionado con el uso de los cultivos transgénicos [9]. La seguridad de los transgénicos comerciales es bastante clara, además de 2.000 estudios existen más de 190 organizaciones que los avalan (entre ellas la FAO, la OMS, la Comisión Europea, la Sociedad Argentina de Nutrición, etc.).

 
Generalmente los anti-transgénicos newage se apoyan en la falacia naturalista, que propone que “lo natural es bueno y lo artificial es malo”, por lo tanto los transgénicos “son malos”. Esto no es un argumento, no todo lo natural es bueno para nuestro cuerpo, el veneno de serpiente, la escherichia coli y la datura por ejemplo. Tampoco el pan al ser artificial es malo. Además de que no está demostrado científicamente que los organismos transgénicos sean negativos para la salud, si está demostrado que los organismos transgénicos pueden ser muy beneficiosos para la salud, al poder incorporar a los alimentos más nutrientes de los que estos tienen originalmente. Por ejemplo, el Arroz Dorado fue diseñado mediante ingeniera genética con fines humanistas y esta fortificado con pro-vitamina A, este arroz fue distribuido a los países donde el arroz es casi el único alimento  y la insuficiencia de esta vitamina causaba ceguera o incluso la muerte de cerca de un millón de niños por año. Este arroz es la salvación de muchos países asiáticos, sin embargo, las mejoras hechas no pueden implementarse por la oposición del fundamentalismo pseudo-ecologista y pseudo-ambientalista antitransgénico[10].

También hay un caso similar en España,  el CSIC desarrolló trigo para celiacos[11] y éste tendrá que irse a Estados Unidos para poder ser cultivado, ya que Andalucía no lo autoriza (por cosas del irracionalismo de la PALT y de IU). De hecho no solo beneficiaría alimenticiamente, también es capaz de otorgar inmunidad a enfermedades de cultivo salvando así plantaciones y favoreciendo el enriquecimiento y el aumento de la producción de alimentos, por ejemplo, en Hawaii la papaya resistente al ringspot virus salvó el mercado y convirtió a Hawai en uno de los mayores exportadores de papaya .Sin duda que los beneficios obtenidos por los OGM (organismos genéticamente modificados),  pueden ser numerosos hasta el infinito, pero para esto se requiere debida investigación que los anti-transgénicos atrasan e impiden.

Tal vez  si se metió la pata en algún momento con los OGM, tanto en su forma de distribución como en alguno de ellos (ya que la tecnología es buena o mala dependiendo de su uso). Pero eso no quiere decir que lo más coherente sea oponerse a ellos, sino exigir que se comercialicen o distribuyan los que estén correctamente avalados por estudios, y criticar la forma corporatocrática, capitalista y monopólica en que se comercian algunos, pero los anti-transgénicos eligen el camino menos eficaz, el más absurdo y el más irresponsable.   Si existieran problemas con los alimentos transgénicos se debería mejorarlos, mejorar sus regulaciones y su forma de distribución, no prohibirlos ni rechazarlos (ni menos quemar huertas experimentales o de pequeños productores como hacen muchos loquitos).

 El movimiento anti-transgénico más que basarse en evidencias de investigaciones serias, se apoya en la superstición, los mitos, la mística, la pseudociencia y la paranoia. En una carta abierta llegaron hasta a inventar estudios y firmas de “científicos” que “estaban en contra de los transgénicos”, esto para pedir que no retiren una publicación falsa que ligaba transgénicos con cáncer. Entre las firmas figuraban los nombres “
Bruce Banner” (Hulk) y Harley Quinn (personaje de Batman), entre otros personajes de ficción, como también pseudocientíficos y charlatanes de todo tipo, desde acupuntores hasta homeópatas,  claro ejemplo de fraude y deshonestidad intelectual de parte de los antitransgénicos. Es muy común encontrar en ellos un comportamiento dogmático y deplorable, tenemos por ejemplo, el hecho ocurrido en Mayo de 2015 en Argentina, cuando el respetable divulgador científico (participe de Naukas) y master en biotecnología J.M. Mulet tuvo que cancelar la presentación de su libro “Comer sin miedo” por culpa de que unos “activistas” lo amenazaron de muerte[12]. Desde ya esto no es raro, el charlatán y fundador de la página pseudocientífica de noticias falsas, NaturalNews, hace poco sacó un comunicado invitando a asesinar a los que estén a favor de la biotecnología[13]. También es muy común que inventen bulos para defender su postura acrítica, por ejemplo el bulo difundido por “El Mundo Según Monsanto” de que la implementación de cultivos transgénicos incitó al suicidio de agricultores indios. El International Food Policy Research Institute (IFPRI) investigó el rumor, y en el 2008 publicó un informe de 64 páginas donde demostró que el nivel de suicidio de los agricultores es un problema mucho más antiguo, anterior a que se introdujera el algodón Bt en la India en el año 2002 y que, para sorpresa, desde ese mismo año los niveles no solo no han aumentado, sino que se han reducido. [14] También está el conocido bulo de las estériles semillas “Terminator”. Si bien sí fue una propuesta de GURT – (Grupo de Tecnologías de Restricción de Uso) nunca fue aprobado su uso, por lo tanto, no existen.
Otro fraude es el 
famoso artículo de Séralini del maíz y los tumores, este contenía numerosos errores de metodología y experimentación al punto que la revista “Food and Chemical Toxicology” exigió que retiraran la publicación. Por ejemplo; usar una raza de ratas que ha reportado incidencias de tumores espontáneos de hasta 87% en forma natural, usar un reducido número de ratas por grupo de estudio, no usar una relación dosis-respuesta entre las variables experimentales y los supuestos efectos observados, entre otros varios y graves errores. El estudio fue rechazado y refutado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), seis academias científicas de Francia, el Instituto Belga de Investigación de Ciencias de la Vida (VIB) y el Instituto Federal Alemán para la Evaluación de Riesgos (BfR)[15]. 
También está la mentira de que los transgénicos provocaron una epidemia que redujo considerablemente la población de abejas, pero esto es totalmente falso: 31 estudios demostraron que los transgénicos modernos no tienen nada que ver con el problema de las abejas, el fenómeno apareció por primera vez en el siglo X y posteriormente en el siglo XIX, no es un problema exclusivamente contemporáneo.
“Los mecanismos del CCD (síndrome de colapso de colonias” )  son desconocidos pero se han propuesto diversas causas (que podrían ser sinérgicas en conjunto): ácaros (Ej: varroa), parásitos (Ej: nosepa apis), hongos, virus (Ej: virus de parálisis aguda de Israel), inmunodeficiencias, factores genéticos, antibióticos, pesticidas, desnutrición, métodos de cruce, baja variabilidad poblacional, apicultura migratoria o trashumante, pérdida de hábitats, entre otros.” [16]
  Otro argumento conspiranoico es que “los estudios que avalan los transgénicos son pagados por multinacionales” esto es falso, la mayoría de los estudios sobre transgénicos son investigados por organismos públicos y científicos independientes. [17]También es falso que solo es producido por empresas multinacionales (y menos cierto que solo los produce Monsanto) ya que también es producido por organismos públicos (ver fuente 17).  Tampoco los transgénicos son algo estrictamente capitalistas, ya que Cuba también los produce (de hecho, la “industria orgánica y naturista” también es una corporación como todas las medicinas “alternativas”-la homeopatía genera ingresos multimillonarios-). Algunos dicen que no hay que consumir OMG porque estas son producidas por multinacionales, pero sin embargo consumen sin drama otro tipo de productos multinacionales como la Coca-Cola o la marca Nike (que por cierto es una de las megaempresas involucrada en la esclavitud en Asia). La paranoia anti-transgénica también  ofrece una excelente técnica de marketing, por ejemplo, se vende “sal libre de transgénicos”, esto es muy gracioso puesto que es IMPOSIBLE modificar genéticamente la sal, ya que no tiene genes al no ser un organismo.

  Es interesante que  Mark Lynas, militante anti-transgénico que llegó hasta a quemar cultivos, recientemente al estudiar las evidencias rechazó el movimiento y ahora milita a favor de los transgénicos,  por suerte logró aceptar que sus postulados solo se basaban en leyendas urbanas  y que los transgénicos pueden ser -y son- beneficiosos para aumentar los nutrientes, reducir los pesticidas y mejorar en la producción.  Nunca faltan los conspiranoicos que acusan a Lynas de ser sobornado con tal de no aceptar los contra-argumentos a su postura. [18]
  Para ilustrar de que forma la “izquierda” se opone irracionalmente a los transgénicos basta ver el video del representante del “Partido Obrero” Altamira, que declara que el PO prohibiría los transgénicos. Además de que son pésimos sus argumentos  del porqué, lo irónico es que en los videos figura con un buzo Nike, que como aclaré, es una empresa multinacional explotadora por excelencia (que lamentable ejemplo de socialismo tiene Argentina)[19]. Altamira dice que los transgénicos ocupan más agro-químicos, esto es falso, es totalmente al revés, ya que la ingeniería genética generalmente tiene como fin la reducción de los mismos (
los cultivos transgénicos han reducido entre 1996 y 2011 una cantidad de 474 millones de kilogramos de plaguicidas)[20]
 
En los debates sobre transgénicos se tarda poco en sacar la palabra mágica que para argumentar, según ellos, todo lo soluciona: Monsanto. Muchos creen erróneamente que decir transgénicos es decir Monsanto, algo así como Transgénicos = Monsanto. Este simplismo es totalmente falso, ya que Monsanto es solo una de las muchísimas empresas que producen y patentan transgénicos (también los producen organismos públicos). Algunas de esas empresas son: Sanofi, Novartis, DuPont, Bayer, Hi-Bred, Syngenta, Pioneer, Dow Agro-Sciences y Astra-Zeneca. Sin duda, Monsanto es una corporación que de ético tiene poco - como la mayoría de las multinacionales-. Por ejemplo, Monsanto estuvo relacionado con fraudes y productos peligrosos. Pero decir que los OGM son malos porque “los hace Monsanto” es una falacia de asociación, por lo tanto no tiene ningún sentido. De todas formas, la tendencia de rechazar a muerte a Monsanto desemboco en una horda de mitos y mentiras descaradas. Monsanto debe ser la empresa más odiada del mundo, cuando básicamente hay pocas razones para que así sea. Veamos algunos mitos[21]:

¿Es Monsanto verdaderamente una de las empresa con más ingresos? La verdad es que no. Su capitalización bursátil es de $54.18B, la de Exxon Mobil es de $352.38B, supera varias veces la de Monsanto. Incluso la de su competencia, The Dow Chemical Company, es de $60.03B (como verán, también es mayor). Los ingresos brutos de Monsanto son equiparables a los de la cadena de supermercados Whole Food. Están más abajo que The Gap, Xerox o Starbucks. Y sigue siendo mucho menor que los de UPS, Home Depot, Google o Microsoft.
¿Monsanto inventó el malvado Agente Naranja –herbicida y defoliante usado en la Guerra de Vietnam-? No. Este fue desarrollado por el departamento de defensa de los EE.UU., ninguna empresa lo inventó. Sí algunas empresas fueron obligadas a producirlo, por medio de la Ley de Defensa de 1950.  Este jamás se comercializó ni nada por el estilo. Es más, el Monsanto que lo produjo en aquel tiempo no es exactamente la misma empresa que la que existe en la actualidad, ya que tuvieron una serie de reformas. En 1985, Monsanto Chemical adquirió GD Searle & Company, una empresa dedicada a productos farmacéuticos. En 1996, Monsanto Chemical Company compró una empresa agrícola llamada Agacetus y en el 2002 Pfizer adquiere a Monsanto Company.  Aun así, en su página oficial Monsanto largo un comunicado presuntamente  apenado por los hechos ocurridos en la guerra y el uso del Agente Naranja[22]
 ¿Monsanto es un ser diabólico y cruel que patenta las semillas, por lo tanto patenta la vida? Sí y no. Monsanto si patenta sus semillas, pero esto no es característica exclusiva de Monsanto ni de los transgénicos. También semillas orgánicas pueden patentarse, de hecho, la primera patente de semilla data del siglo XIX[23]. Desarrollar un nuevo cultivo biotecnológico requiere una enorme inversión de tiempo, recursos y capital. Un estudio realizado en el 2011 reveló que el costo de descubrimiento, desarrollo y autorización de un nuevo rasgo vegetal biotecnológico introducido entre el 2008 y 2012 fue de US$136.000.000. En promedio, alrededor del 26% de esos costos (US$ 35.100.000) corresponden al proceso de prueba y el registro de reglamentación. El mismo estudio encontró que el tiempo medio desde el inicio de un proyecto hasta su lanzamiento comercial es de unos 13 años. La fase más larga en el desarrollo del nuevo producto es la del registro de regulación, unos 5.5 años en promedio. Teniendo en cuenta el considerable costo de producción, es natural que las empresas protejan su inversión a través de las patentes. Además, estas son un incentivo para que las compañías privadas investiguen y reinviertan en innovación tecnológica. A pesar de todo esto, las patentes no son eternas. Duran 17 años desde la emisión (si es que fueron presentadas antes de 1995) y 20 años desde la emisión (para las que fueron emitidas después de 1995). Esta fecha no es prorrogable, y después de vencida, deja de estar sujeta a la protección que establece la ley sobre propiedad intelectual. Por ejemplo, la patente para el gen cp4 epsps que confiere inmunidad al glifosato, presente en el soja transgénica Roundup Ready expiró este año. Algunos activistas anti-transgénicos también afirman que Monsanto posee alrededor de 11.000 patentes. Esto tampoco es cierto. Cualquiera puede buscar las patentes de Monsanto en la base de datos de La Oficina de Patentes de Estados Unidos. En la actualidad figuran 6.732 patentes pero ese número va cambiando a medida que se emiten nuevas. Cabe señala también que más de 2000 de estas patentes enumeradas ya han expirado. También uno de los argumentos más citados es que los agricultores no pueden guardar las semillas compradas para reutilizarlas al año siguiente. Esto es verdad a medias. Efectivamente, cuando los agricultores compran una variedad de semilla patentada, firman un acuerdo donde se comprometen a cultivar únicamente la semilla que están comprando y que no guardarán ni volverán a sembrar las semillas que van a producir las plantas que están cultivando y contienen la tecnología patentada. ¿Es perjudicial esto para los agricultores? No especialmente. Sucede que solo con ciertas variedades de semillas es conveniente almacenar y reutilizar. En el caso de los cultivos que han sido mejorados genéticamente mediante hibridaciones, no tiene caso, puesto que las semillas de cultivos híbridos tienden a no volver a reproducir los rasgos deseados de forma fiable, por lo que no tienen la misma productividad que sus progenitores. En cualquier caso, el asunto de las semillas es una de las partes más baratas de tener una granja. Los agricultores que guardan semillas tienen que secar, procesar y almacenar. En cambio los agricultores que compran semillas obtienen una garantía de que las semillas crecerán. (Las bastardillas son de una cita textual tomada de David  Valerio en Skepticom). Muchos de los antimonsanto creen que los agricultores están sometidos a su dominio, esto claramente no es así, si los productores no quieren, simplemente no firman contrato. Nadie los obliga.
 El problema de estos enemigos públicos sin mucha base que sustente el odio es que distrae a los activistas de problemas serios que necesitan de su atención, como los talleres clandestinos o la trata de personas. Entre los escépticos que sabemos que la gran mayoría de las cosas que dicen sobre Monsanto son mitos, bromeamos y llamamos a esta empresa MONSATÁN, en honor a los que la satanizan sin argumentos verídicos. La lucha antimonsanto verdaderamente es una pérdida de tiempo y energía.
 ¿Las empresas privadas deberían ser remplazadas por organismos públicos? Tal vez, sin duda que la investigación científica no debería depender de corporaciones privadas que puedan manipular los datos, que la producción de biotecnología no debería ser exclusiva de las multinacionales o megaempresas y que los organismos públicos deberían tener un peso importante sobre la aplicación de esta tecnología que podría salvar la vida de miles de campesinos y productores en zonas de pobreza (de hecho salva la vida de todos los diabéticos, ya que la insulina proviene de un organismo transgénico), lo mejor sería, sí, socializar las producciones ¿Pero esto es argumento en contra de la biotecnología en sí? No.

No solo está la falsa relación transgénicos=Monsanto, sino que hasta hay gente que cree que decir transgénicos es decir monocultivos, agrotóxicos –agroquímicos en realidad- y reducción de la biodiversidad, cuando todo esto no tiene nada que ver (de hecho los transgénicos al ser especies nuevas, aumentan la biodiversidad), no saben ni siquiera el concepto de las palabras que están usando. El monocultivo y el problema de la biodiversidad no son culpa de los transgénicos sino del sistema de producción[24]. Tampoco el monocultivo es algo malo, realmente es insostenible cultivar muchas variedades en un mismo terreno, complica excesivamente la producción, lo que es malo es no rotar los cultivos, ya que esto si daña la tierra. Lo ideal, y lo que se implementa, es hacer monocultivos rotativos de acuerdo a la época del año.

Además de MonSatán, otro de los clichés de los antitransgénicos es el Glifosato (o Grinch-fosato para continuar con los juegos de palabras). El glifosato el ingrediente activo del herbicida Round-up. Para empezar, voy a anunciar a los desinformados que no hay razones para relacionar necesariamente el glifosato a Monsanto, la patente ya venció y se puede utilizar libremente. Y aunque ya aclaramos, vuelvo a aclarar, no hay razones para relacionar necesariamente el glifosato a los transgénicos.
 El glifosato si es toxico, pero es tres veces menos toxico que la lavandina, y muchísimo menos toxico que otros herbicidas como el Paraquat (el cual es altísimamente toxico y es utilizado en muchos cultivos supuestamente “orgánicos”), el Endosulfan y el Fenthion[25].  Muchas veces se cita para sustentar la supuesta super-toxicidad del glifosato el estudio Carrasco, pero este estudio posee serios errores metodológicos (ver fuente en el segundo link de la nota 16). El estudio fue hecho en ranas que fueron expuestas de forma exagerada al glifosato, de ningún modo la ruta de exposición es realista.  
 También se suele presentar como evidencia de la toxicidad del glifosato videos sensacionalistas con gente deformada. Para empezar, un video pseudo-documental de Youtube no es evidencia de nada. No puede saberse si esos campesinos verdaderamente utilizaban Round-up, Paraquat o ambos, o si hay otras variables en juego. Es sabido además, que muchos productores no fumigan como es debido, es decir, con protecciones como ser máscaras de gas. Así si es bastante plausible que el glifosato afecte la salud. Otras de las razones por las cuales los agroproductores posean altos índices de cáncer y otras enfermedades pueden ser: endogamia, común  en las familias de campo, exposición desmedida y descuidada al sol, contaminación del agua –posiblemente por glifosato, ya que no es una gaseosa ni un aditivo saborizante, sino un herbicida-, mala alimentación, etc. Echarle la culpa al glifosato porque sí, aunque parezca progresista y aparente ser un acto de solidaridad con la gente de campo, en realidad puede ser una forma de atrasar o impedir correctas investigaciones sobre las causas de dichas enfermedades. Toda la evidencia indica que una exposición cuidada al glifosato no produce el daño que predican algunos, ya que está en clase IV de fatalidad entre herbicidas y se considera categoría 2A en cancerígenos, y en esa misma categoría se encuentra tomar mate caliente[26].  En realidad, no es de mi interés defender el glifosato, mientras pueda ser remplazado por un herbicida más sano, mejor. Lo que sí, los herbicidas son necesarios para la producción, al menos hasta que los magufos antitransgénicos y neoluditas descubran algún milagro para combatir las malezas que sirva de alternativa. Por ahora, la mejor alternativa es producir transgénicos resistentes a las malezas.

Para cerrar, suele presentarse como evidencia irrefutable de lo “malo” de los transgénicos el hecho de que varios de ellos hayan sido prohibidos en diversas ciudades, pero como demuestra Fundación Antama (red de expertos en agronomía) se debe a estrategias demagógicas y políticas para calmar al lobby de pseudo-activistas antiOGM, no son decisiones basadas en datos y evidencias científicas[27].

Uno de los principales problema de las luchas de izquierda irracional es su ignorancia que los lleva a la tecnofobia. Esto es tanto fobia a la técnica como a la tecnología, la ingeniería genética es una técnica y las técnicas y tecnologías pueden tanto beneficiar a la humanidad como perjudicarla dependiendo de qué y de cómo se la utilice,  ellos solo ven esta última opción por puro dogmatismo, siendo que la tecnología y la técnica nos vienen beneficiando desde los comienzos de la humanidad, tanto como perjudicándonos en su mal uso. A la tecnología se la debe regular y exigir utilización adecuada, no rechazarla. Por lo general la gente ni siquiera sabe diferenciar entre técnica, ciencia o tecnología,  ya que los antitransgénicos a menudo arguyen que los científicos son los que hacen los OGM. Los científicos se encargan de producir conocimientos, no tecnología, esos son los técnicos. Oponerse a la tecnología genética por “modificar la naturaleza” no tiene ningún sentido y es un dogma propio del pensamiento mágico primitivo.

La evidencia demuestra que los cultivos transgénicos no presentan ni un peligro para las personas con respecto a su salud, ni un peligro hacia el medioambiente o el suelo, oponerse a los transgénicos solamente porque es lo que la mayoría cree correcto es una estupidez, así como recurrir al pensamiento  supersticioso de que “modificar la naturaleza es un pecado contra la Pachamama”.


Para leer más:
“Los productos naturales ¡Vaya timo!” de J.M Mulet, editorial Lateoli. 
“Comer sin miedo”, también de J.M Mulet.
Si quiero transgénicos:
https://www.facebook.com/contransgenicos?fref=ts
Biotecnología Sí:
https://www.facebook.com/BiotecnologiaSI?fref=ts




[2]  Fuente: http://fundacion-antama.org/anti-transgenicos-que-no-saben-que-es-un-transgenico-una-realidad-social-comun/
[4] http://elpais.com/elpais/2015/04/14/ciencia/1429035387_315915.html
[5] http://ajcn.nutrition.org/content/early/2009/07/29/ajcn.2009.28041.abstract
[7] Fuente: http://cienciasycosas.com/2013/10/12/1-783-estudios-avalan-la-seguridad-de-los-transgenicos/
[9] Ver nota 7.
[10]Fuente http://es.wikipedia.org/wiki/Arroz_dorado y  http://magonia.com/2011/10/24/escepticos-modificacion-genetica/
[12] http://charlatanes.blogspot.com.ar/2015/05/activistas-anticiencia-amenazan-jm-mulet.html
[13] http://de-avanzada.blogspot.com.ar/2014/07/colaboradores-Monsanto.html
[14] Fuente: http://fundacion-antama.org/no-existe-relacion-entre-suicidios-agricultores-india-y-cultivo-algodon-transgenico/
[15]  Fuente: http://www.efsa.europa.eu/en/press/news/121004.htm y http://www.ecoosfera.com/2013/12/retiran-el-articulo-cientifico-donde-afirman-que-las-ratas-de-laboratorio-desarrollan-tumores-por-comer-maiz-de-monsanto/
[16] Fuente : http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1892840/
[17] Fuente: http://cienciasycosas.com/2013/10/19/el-error-de-cuando-tu-unico-argumento-es-monsanto
[18] Fuente: http://www.grupobiotecnologia.com.ar/detalle-de-mark-lynas-el-activista-que-inicio-el-rechazo-a-los-transgenicos-acepta-que-estaba-equivocado-331
[19] Para verlo con sus propios ojos, buscar los videos en Youtube.
[20] Por ejemplo ver: http://ucbiotech.org/answer.php?question=45
[21] https://skepticom.wordpress.com/2015/06/09/monsanto-es-tan-maligno-realmente/
[22] http://www.monsanto.com/global/es/noticias-y-opiniones/pages/agente-naranja-antecedentes-sobre-la-participacion-de-monsanto.aspx
[23] http://www.wipo.int/wipo_magazine/en/2006/02/article_0009.html
[24] http://www.siquierotransgenicos.cl/2014/12/09/los-transgenicos-fomentan-el-monocultivo/
[26] http://circuloesceptico.com.ar/2015/04/el-glifosato-contra-la-oms
[27] http://fundacion-antama.org/razon-paises-europeos-prohiben-cultivos-transgenicos/