miércoles, 27 de agosto de 2014

Sobre como debatir; argumentos y falacias


   Generalmente la gente confunde el debate con pelear, con monólogos, con predicaciones o con imposición de ideas. ¿Debatir es imponer ideas? Para nada, el debate es la forma de contrastar ideas, de ver si tienen base argumentativa sólida o no, si son lógicas o no, para así, ver cuál idea es mejor que otra. Es algo así como poner ideas en un ring: mientras se respeten las reglas del debate, sobrevivirán las mejores. ¿Un debate se pierde o se gana? Sí, pero no por eso uno tiene que aferrarse a sus hipótesis, aceptar el error de una idea propia en un debate también es ganarlo. Debatir no es discutir imponentemente. En un debate los participantes deben están predispuestos a cambiar de ideas si esto fuera necesario, en el caso de que la idea fuera refutada correctamente. Para esto tiene que haber consenso de “realidad compartida”. Si un participante pretende sostener su postura por más que se la demuestre incorrecta, no puede haber debate.
  Las ideas que se proponen tienen que estar bien argumentadas; si una idea se defiende se hace por medio de argumentos sólidos, si estos argumentos son refutados, la idea se considera incorrecta. En el debate uno no busca que su propia idea gane a toda costa, sino, simplemente se la presenta y se la defiende, mientras los argumentos por lo cual se consideraba correcta no pueden refutarse, la idea se considera momentáneamente correcta, si esta es refutada, se considerará invalida. Es importante tener en cuenta que ganar un debate no siempre es tener razón, muchas veces se puede ganar un debate sin tener razón, por lo que hay que siempre ser escépticos y aplicar un delicado realismo crítico.
    El debate sirve para exponer y conocer posturas y sus argumentos, con el fin de que los participantes se enriquezcan de conocimientos, que opten por las ideas más sólidas, y abandonen las inútiles, es un proceso de aprendizaje. Sirve para razonar, escuchar crítica, poner a prueba conocimientos previos, elevar el criterio y la pluralización de ideas.

Para debatir correctamente es necesario seguir -por lo menos parcialmente- ciertos requisitos:
* Se supone una interpretación similar, y un lenguaje común. De otro modo no existe el debate, pues sería lícito que cualquiera interprete -dada su libertad- que una negación es una afirmación. Las interpretaciones no son igualmente válidas. Se sostiene que las ideas son comunicables, y por ende se debe buscar una expresión clara, precisa y ejemplos didácticos para facilitar la comunicación y limitar la libertad interpretativa.
*No imponer puntos de vista: exponerlos y defenderlos con argumentos. Para debatir, como en la ciencia, es esencial ser falsable.
*Escuchar al otro antes de responder: En los debates de debe evitar el “monólogo”, hablar en exceso, sobrar argumentos sin tener en cuenta las refutaciones o los argumentos del otro, siempre hay que analizar lo que propone, para elaborar una respuesta adecuada.

*No subestimar: siempre evitar acusar al otro y sus conocimientos. Es muy común que una persona se equivoque en un debate y le digan “andá a leer”, “no sabés nada sobre x tema”, “si no sabes nada sobre este tema no podés hablar”, etc. Si uno acusa al otro y no lo que dice comete una falacia ad hominem.
Hay un sesgo cognitivo llamado Dunning-Kruger, un efecto según el cual los individuos con escasa habilidad o conocimientos sufren de un efecto de superioridad ilusorio, considerándose más
inteligentes que otras personas más preparadas, incorrectamente midiendo su habilidad por encima de lo real. Este sesgo es atribuido a una inhabilidad meta-cognitiva del sujeto de reconocer su propia ineptitud. Debido a que su habilidad real debilitaría su propia confianza, ya que los individuos incompetentes asumen, falsamente, que otros tienen una capacidad o conocimiento equivalente al suyo.
Este efecto es muy común dentro de los debates, y hay que evitarlo completamente.

* Evitar el galope de Gish. Esto es: ponerse a hablar –o escribir- mucho de forma rápida, puesto que esta técnica facilita el decir un montón de incoherencias y falsedades para sustentar una conclusión errónea que se hace demasiado difícil refutar, ya que para esto se debe refutar todos los argumentos falsos que llevan a tal conclusión y esto tomaría demasiado tiempo. Esta técnica retorica lleva su nombre por el creacionista Gish, que podía fácilmente aturdir a su oponente con una pila de falsedades y malas conclusiones que eran imposibles de refutar dada su cantidad.

* Evitar utilizar nuevos argumentos mientras los anteriores no se hayan resuelto.

* Proporcionar pruebas para apoyar tu postura, si una persona no cree necesaria las pruebas no se debe perder el tiempo intentando razonar o debatir con él.

* No burlarse inadecuadamente, insultar, o gritar: es muy común entre los que no pueden sostener sus ideas comenzar a insultar o burlarse. Esto demuestra su incompetencia, y que asumieron su pérdida. Es el último recurso de los ignorantes y de los tercos. Ya que no pueden atacar argumentos, atacan personas. Una persona que al no poder defender sus ideas comienza a insultar, prácticamente asume que perdió el debate.

* Hablar sin temor a la crítica: todas las críticas en el debate son constructivas, el que tiene miedo a que lo refuten tiene miedo al conocimiento. La crítica supone que las ideas tienen un valor diferente, ya sea por su consistencia lógica, su poder explicativo, etc. La creencia de que todas las ideas son igualmente válidas es contraria al progreso intelectual, al estudio, y a todo. La negación de la crítica, la negación del error, implica que las ideas no deben contrastarse con nada: "cada uno piensa lo que quiere".
*La libertad de pensar lo que uno quiere deja de importar: Existe, y nunca cuestioné eso: la libertad de creer en cualquier cosa, sin importar si es o no una completa estupidez, existe y se comprueba diariamente. También existe la libertad de no argumentar ni fundamentar sus opiniones. Pero esta libertad no vale en un debate, porque simplemente contraviene sus presupuestos. Se entiende que refutar una idea no es una falta de respeto a quien la sostiene, ni mucho menos a la idea, que no existe independientemente de quienes la piensan, no sufre, ni se ofende, y se entiende que la crítica implica refutación.
*Adecuar el vocabulario que se posee a la situación comunicativa del momento y ampliarlo para conseguir precisión léxico-semántica. Evitar el abuso de registro lingüístico informal, para poder alcanzar precisión en las expresiones.

* Ser claro: evitar las complicaciones usadas para distraer, expresarse con claridad pretendiendo que el otro entienda perfectamente lo que uno quiere decir, sin redefinir palabras, usar metáforas de libre interpretación, hacer analogías complejas, etc.

*Evitar las falacias lógicas: un argumento en el cual se identifique una falacia lógica será descalificado. (Más adelante se explicará que son).

*Evitar usar “anécdotas” como evidencia. Lo anecdótico no se considera siempre como prueba, en un debate serio se utilizan datos, estudios, estadísticas serias, no anécdotas.
Las anécdotas pueden ser fácilmente manipuladas, pueden ser mentiras, o estar sujetas a correlaciones coincidentes, por eso, los estudios científicos o evidencias científicas son la mejor forma de “probar” algo.

* Acatar los principios básicos de la razón y aceptar la lógica.
Para su cometido, la razón se vale de principios, que por su naturaleza tautológica (se explican en sí mismos), el humano asume íntima y universalmente como ciertos. Éstos son descritos por la lógica, la disciplina encargada de descubrir las reglas que rigen la razón. Los principios lógicos son básicamente:
El 
principio de identidad, que evidencia que un concepto es ese mismo concepto (A es A).
El 
principio de no contradicción, que evidencia que un mismo concepto no puede ser y no ser a la vez (A no es negación de A).
El 
principio del tercero excluido, que evidencia que entre el ser o no ser de un concepto, no cabe situación intermedia (A es, o no lo es).
*La idea más razonable y con más pruebas deberá ser considerada como cierta.

* La persona que hace una afirmación deberá demostrar su validez.

*Llegar a las conclusiones: un debate no tiene sentido si no se propone llegar a las conclusiones.

 Falacias: la peste del debate

¿Qué son las falacias?
En lógica, una falacia es un argumento que aparenta ser válido, pero no lo es.  Es importante tener en cuenta que no todas las falacias son cometidas intencionalmente. Las intencionales se usan  para persuadir o manipular a los demás, mientras que otras se cometen sin intención debido a descuidos o ignorancia. En ocasiones las falacias pueden ser muy sutiles y persuasivas, por lo que se debe poner mucha atención para detectarlas.

Algunas Falacias Lógicas son:

1- Falacia Ad Hominem

Ejemplo:

1 Carlos dice que el hielo se derrite.
2 Carlos es un estúpido.
3 Por lo tanto el hielo no se derrite.

La falacia ad hominem consiste en dar por sentada la falsedad de una afirmación tomando como argumento quién es el emisor de ésta. Para utilizar esta falacia se intenta desacreditar a la persona que defiende una postura señalando una característica o creencia impopular de esa persona. Desacreditar al emisor de un argumento no dice nada sobre el argumento del emisor en sí, el argumento puede ser verdadero o falso, por lo tanto cuestionar al emisor sin cuestionar el argumento no dice nada sobre si el argumento es falso o no.
El mero hecho de insultar a una persona dentro de un discurso —de otro modo racional— no constituye necesariamente una falacia ad hominem. Debe quedar claro que el propósito del ataque sea desacreditar a la persona que está ofreciendo la afirmación, para luego refutar la afirmación en sí. Si una persona insulta y no propone argumentos para refutar los argumentos del insultado, y pretende así ganar el debate, comete una falacia ad hominem, si insulta y a la vez refuta racionalmente los argumentos, no.

2 - Falacia del Alegato Especial

Ejemplos:

1 - “¡Cómo puede la ascendencia de 
Marte en el momento de mi nacimiento influir sobre mí, ni entonces ni ahora! Yo nací en una habitación cerrada, la luz de Marte no podía entrar. La única influencia de Marte que podía afectarme era su gravitación. Sin embargo, la influencia gravitatoria del partero era mucho mayor que la influencia gravitatoria de Marte. Marte tiene mayor masa, pero el partero estaba mucho más cerca.” Falacia de alegato especial: “Los horóscopos funcionan, pero tienes que entender la mecánica que hay detrás de estos.”
2 - “El psicoanálisis no funciona, empeora las enfermedades mentales y su planteamiento desde la base son puras fantasías” Falacia de alegato especial: “Solo los psicoanalistas entienden el psicoanálisis para juzgarlo”.
3 “La 
homeopatía debería ser probada con ensayos clínicos. Falacia de alegato especial: “Los ensayos clínicos no son adecuados para probar la verdadera naturaleza de la homeopatía”.
4 “¿Cómo puede haber un 
Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas igualmente divinas en un único ser?” Falacia de alegato especial: “no comprendes el misterio divino de la Santísima Trinidad

      En 
lógica, la falacia del alegato especial, argumento especial o petición especial es una falacia que tiene lugar cuando alguien, en su argumentación, recurre o hace alusión a una visión o sensibilidad especial del tema objeto de debate y, bien sea de manera implícita o explícita, esta persona mantiene que el oponente posiblemente no puede comprender las sutilezas o complejidades del tema en cuestión, porque no alcanza el nivel de conocimiento, inteligencia, o empatía que supuestamente se requiere.  Todas estas pretensiones se deben tratar con profundo escepticismo. La mayoría de los ejemplos de alegato especial suelen referirse  a las doctrinas religiosas o pseudocientíficas que, al carecer eventualmente de argumentos válidos para demostrar o defender sus tesis (por sustentarse en premisas no demostradas), recurren a los argumentos especiales. Estos generalmente se esconden en la fe, o sostienen que la justificación de la afirmación que se defiende se encuentra en un nivel superior de conocimiento, inaccesible para el oponente, de modo que se le niega a este último la posibilidad de discutir en contra. El caso más común de alegato especial se refiere a la voluntad de Dios, afirmando que no estamos capacitados para entender sus razones. Los argumentos especiales otorgan una especie de escapatoria ante cualquier crítica que se le pueda hacer a una afirmación o doctrina dogmática, esto es, no basada en evidencia.

3 - Falacia de la Afirmación del consecuente:

Ejemplos del razonamiento del “error inverso” o falacia de la Afirmación del Consecuente:

1-  Cuando nieva hace frio
2- Hace frio.
3-  Por lo tanto está nevando.

1- La gente inteligente lee.
2- Yo leo.
3- Por lo tanto soy inteligente

1- La gente enferma esta en cama
2- Yo estoy en cama
3- Por lo tanto estoy enfermo.

Los 
argumentos de esta forma son inválidos, porque la verdad de las premisas no garantiza la verdad de la conclusión: podría ser que las premisas fueran todas verdaderas y la conclusión aun así sea falsa. Aunque pueda parecer convincente, la verdad de la premisa no garantiza la verdad de la conclusión. Por otro lado, en algunos casos es posible que un argumento que afirme el consecuente sea válido. Por ejemplo, cuando A y B expresan la misma proposición: en ese caso el argumento es trivialmente válido. También cuando la premisa de la forma «si A entonces B» realmente es un bicondicional «A si y sólo si B». Por ejemplo:
1 Si la puerta está abierta, entonces no está cerrada.
2 La puerta no está cerrada.
3  Por consiguiente, la puerta está abierta.

4 - Falacia de Post hoc ergo ad hoc propter hoc, o simplificado, Post Hoc

Ejemplos:

1- Baile y llovió.
2- Llovió porque yo baile.

1-El gallo canta cuando sale el sol.
2-El sol sale porque el gallo canta.

1-Fui a un especialista en telepatía para que cure el cáncer de mi papá.
2-Mi papá tuvo una remisión en su cáncer.
3-El telepático curo el cáncer de mi papá.

1-Yo recé para que Marta ganara el concurso.
2- Marta ganó.
3-Ganó porque yo recé.

Post hoc
 es también llamado correlación coincidente o causalidad falsa. Es un tipo de 
falacia que afirma o asume que si un acontecimiento sucede después de otro, el segundo es consecuencia del primero. Este es un error particularmente tentador, porque la secuencia temporal es algo integral a la causalidad: es verdad que una causa se produce antes de un efecto. La falacia viene de sacar una conclusión basándose sólo en el orden de los acontecimientos, lo cual no es un indicador fiable. Es decir, no siempre es verdad que el primer acontecimiento produjo el segundo acontecimiento. Esta línea de razonamiento es la base para muchas creencias supersticiosas, pseudocientíficas, y religiosas, es decir: pensamiento mágico.
Es incorrecto razonar de tal modo, en el caso de los ejemplos: el sol no sale porque el gallo canta; el gallo canta porque el sol sale. Llovió no porque alguien haya bailado, iba a llover de todos modos, es una casualidad. El telepático no redujo el cáncer, el cáncer pudo haberse reducido por quimioterapia: es una correlación coincidente. Marta pudo ganar el concurso por su talento, y no porque alguien haya rezado.

5 - Falacia de la Generalización Apresurada.

Ejemplos:

1 Carlos, Mariana y Mónica creen en Dios, van a la iglesia y son buenas personas.
2 Todas las personas que creen en Dios y van a la iglesia son buenas.

1 Carlos rompió los platos el jueves.
2 Carlos siempre rompe los platos.

La generalización apresurada es una 
falacia que se comete al inferir una conclusión general a partir de una prueba insuficiente. Decir que todas las personas que creen en dios y van a la iglesia son buenas es una generalización apresurada, ya que por más que haya varias o miles que sean relativamente buenas, no quiere decir que todas lo sean. Si Carlos rompió varios utensilios en su vida, no quiere decir que los rompa siempre que los manipule.

6 - Falacia Ad Populum

Ejemplos:

1- “El psicoanálisis y la homeopatía funcionan porque mucha gente así lo dice”.
2- “Dios existe, sino no habría tanta gente en la iglesia”.
3- “La película Crepúsculo es buena, sino no la habría visto tanta gente.”

Una falacia ad populum (en 
latín, 'dirigido al pueblo') o sofisma populista, implica responder a un argumento o a una afirmación refiriéndose a la supuesta opinión que de ello tiene la gente en general, en lugar de al argumento por sí mismo. Las falacias ad populum se suelen usar en discursos populistas, y también en las discusiones cotidianas. También se utiliza en política y en los medios de comunicación aunque no es tan poderosa como la falacia ad hominem. Suele adquirir mayor firmeza cuando va acompañada de un sondeo o encuesta que respalda la afirmación falaz. A pesar de todo, es bastante sutil y para oídos poco acostumbrados al razonamiento puede pasar inadvertido. Esta falacia es una variedad de la falacia ad verecundiam, con la diferencia de que en vez de atribuir la autoridad a una persona o a un reducido grupo de eminencias, se le atribuye a un gran colectivo de gente, por ejemplo a la población de un país.

7 - Falacia del Hombre de Paja

Ejemplo:
A: Los aztecas eran una cultura muy violenta.
B: Eres un intolerante que no respeta las otras culturas, quieres imponer tu cultura a todos porque no respetas las costumbres ajenas.

La falacia del hombre de paja consiste en caricaturizar los argumentos o la posición del oponente, tergiversando lo que dijo, malinterpretando intencionalmente o cambiando el significado de sus palabras para facilitar un ataque. Su nombre hace alusión a que el argumentador no combate los argumentos contrarios, sino una imitación falsa y vulnerable de los mismos, a fin de dar la ilusión de vencerlos con facilidad. Es muy usada cuando el receptor del argumento contrario no puede combatir los argumentos, entonces los exagera, puede ser intencionalmente o no, con la intención de confundir y dar la ilusión de que refuto los argumentos, cuando en realidad refuto argumentos inventados.  Para evitar malentendidos y objeciones infundadas, es recomendable realizar aclaraciones, en especial si el hablante sospecha que sus palabras puedan ser malinterpretadas intencionalmente por terceros, por ejemplo: “Los aztecas eran una cultura violenta, lo que no quiere decir que nuestra cultura no sea violenta, pero los aztecas eran excepcionalmente violentos. La colonización al matarlos también fueron violentos, no quiere decir que por ser violentos merezcan haber sido asesinados, sino educados”.

8 - Falacia Arreglo de Bulto.

Ejemplo:

A- “Carlos es magufo[1], cree en la homeopatía y la astrología. Por lo tanto cree en la ufología y el reiki.”

La falacia arreglo de bulto consiste en asumir que las cosas que con frecuencia han sido agrupadas culturalmente en un conjunto deban implicar todo el conjunto en sí, siendo que si una persona sigue una idea dentro de la agrupación, deba seguir todas las ideas del grupo. Es una falacia común en la política. Mientras estas cuatro posiciones están normalmente agrupadas en la palabra «magufo», no hay realmente ninguna razón para pensar que alguien que sigue algunas ideas agrupadas en ese grupo deba seguir las demás.

9 - Falacia Ad Antiquitatem

Ejemplos:

1- “Está bien la tracción a sangre, porque la sociedad lo ha hecho casi siempre”.
2- “Está bien tener una religión, ya que el humano desde que es primitivo tiene una”.
3- “Debe ser una mala idea porque nadie lo ha hecho antes”.
4- “Las mujeres deben quedarse en casa, porque así lo han hecho siempre”.
5- “La tauromaquia es buena, porque se hace desde hace años”.

Esta una 
falacia lógica que consiste en afirmar que si algo se ha venido haciendo o creyendo desde antiguo, entonces está bien o es verdadero. Asume que las causas que dieron lugar al comportamiento en la antigüedad continúan siendo válidas; sin embargo, si las circunstancias han cambiado el razonamiento no es válido.
 Hay una famosa historia que ejemplifica el absurdo implícito de la apelación a la tradición. En esa  una mujer cada vez que cocina jamón empieza cortando un extremo del mismo y tirándolo. Cuando un amigo o un miembro de la familia le pregunta por este comportamiento, ella admite que lo hace solamente porque su madre lo hacía de esa manera. A la mujer le entra la curiosidad y le pregunta a su madre que por qué cortaba el jamón de esa manera, pero ella a su vez le dice que lo hace porque así es como su madre lo hacía. Cuando van las dos a preguntar a la abuela ésta dice que cortaba el extremo del jamón únicamente porque de otra forma no cabía en su cacerola. Hay diversas variantes de esta historia.

10 - Falacia Ad Verecundiam o falacia de autoridad

Ejemplo:

1-
Herbalife es saludable y funciona porque Louis Ignarro así lo dice, y él tiene un premio Nobel.

Los pitagóricos utilizaban este tipo de falacia para apoyar su conocimiento: si alguien les preguntaba "¿por qué?", respondían "el maestro así lo dijo". Una falacia ad verecundiam, argumento de autoridad o magister dixit  consiste en defender algo teniendo como base la opinión de un experto en la materia. En el caso del ejemplo, es común que nobeles defiendan pseudociencias y otros fraudes, incluso existe un término para esto al que los escépticos llaman “síndrome nobel”. Herbalife es una estafa por más que cualquier autoridad diga lo contrario. Las afirmaciones o negaciones se sostienen en pruebas, no en autoridades. La negación de la autoridad es uno de los pilares del escepticismo, el pensamiento crítico y la filosofía que subyace a la ciencia.
   No hay que confundir la falacia de autoridad con una cita de autoridad. Una cita de autoridad es cuando se cita a alguien profesional en la materia para hacer más creíble un argumento, o como recurso literario. Si se habla de física o de la teoría de la relatividad y se cita a Einstein, no quiere decir que sea una falacia de autoridad. Por eso hay que analizar y no dejarse convencer por las citas de autoridad,  no importa tanto lo que dijo “un científico”, lo que hay que hacer es analizar si lo que dijo ese “científico” es cierto o no.

11 - Falacia Ad Consequentiam

Ejemplos:

1-“Dios debe existir, porque o sino no habría moral y el mundo sería horrible.”
2- “Tiene que haber algo después de la muerte. Si no, la vida no tiene sentido."

Un argumento ad consequentiam  implica responder a un argumento, afirmación o negación, refiriéndose a las posibles consecuencias. C
onsiste en afirmar que un argumento es erróneo o verdadero sólo porque las consecuencias reales o intuidas del mismo se consideren o agradables, o negativas. Esta forma de razonar es errónea, simplemente porque algo es cierto o no independientemente de si a los demás les agrada o no sus consecuencias.

12- Falacia de Apelación a la Naturaleza

Ejemplos:

1- El cannabis es natural.
2- Por lo tanto, el cannabis es bueno.

1- Los transgénicos son comida modificada artificialmente.
2- La comida orgánica es natural.
3- Por lo tanto los transgénicos son malos y la comida orgánica es buena.

La apelación a la naturaleza es el error de razonamiento que implica creer que algo es bueno solo porque es natural. Suele ser muy usada por los opositores a los transgénicos, siendo que hay evidencias y estudios científicos que demuestran que los transgénicos son una tecnología confiable mientras estén bien regulados. También, es muy usada como falso razonamiento entre los consumidores de cannabis, que argumentan que la droga no es dañina solo “porque es natural”. De hecho, es cierto que los efectos negativos del cannabis son mínimos, pero no precisamente por ser “natural” es bueno. Vemos que el cianuro, el veneno de cascabel, la cicuta y los rayos gamma también son naturales, y sin embargo no nos son beneficiosos. Los naturistas siempre abusan de esta falacia. No sólo porque algo es artificial es malo, de hecho si solo consumiéramos cosas “naturales” ni siquiera deberíamos beber agua purificada. Este error de razonamiento es muy peligroso, ya que podría llegar un punto de que estas personas rechacen medicamentos y cualquier tipo de ayuda médica.

13 – Falacia Non Sequitur

Ejemplo:

1 – El ateo niega la existencia de dios, por lo tanto no cree en el amor.

La falacia non sequitur es tal vez una de las más recurrentes, consiste simplemente en una conclusión que no se deduce de su premisa -o sus premisas-. Se aplica a cualquier razonamiento inconsecuente. En el caso del ejemplo, ser ateo no se deduce, por su definición, que no crea en el amor. Ser ateo significa no creer en un dios, no en el amor, que es un fenómeno principalmente producto del cerebro.

Estas solo fueron algunas de las muchas falacias lógicas que existen y que hay que aprender, con el fin de razonar y argumentar correctamente.



[1] Neologismo que refiere a las personas que creen en pseudociencias y otras supersticiones.

1 comentario:

  1. Se le pueden ofrecer muchos argumentos de peso a una mujer maltratada, para que se separe del hombre que la maltrata con regularidad y saña, y sin embargo en la mayoría de los casos, la mujer golpeada y vejada hará caso omiso de los argumentos (y de los hechos, que debieran hablar por sí solos y ser el primordial argumento, pues lo tiene en carne propia), y a su vez contra-argumentará que "él la quiere y esa es su manera de expresarse", y continuará ese círculo vicioso, hasta que probablemente él la envíe al cementerio. Si eso sucede con hechos tangibles, que hacen un daño inocultable, a las víctimas, quienes sin embargo se niegan a aceptar la VERDAD y se mantienen fieles a su fantasía con "el hombre de su vida", mucho más difícil es argumentar contra FANTASÍAS que llevan miles de años funcionando, reforzándose, consolidándose, y son respaldadas -en teoría y praxis- por las grandes mayorías (dos falacias que las apuntalan, el largo tiempo de existencia y su gran sostén poblacional) Las leyendas, los mitos, las tradiciones, las religiones, se sostienen en FALACIAS que a su vez contienen -como los programas informáticos- instrucciones para rechazar cualquier argumentación que las invalide, que las desnude, que revele sus inconsistencias. Un ejemplo: Cuando en una conversación, apenas mencioné que el Universo tiene una edad de 13.500 millones de años, mi interlocutora me dijo "Eso es una invención de la Ciencia" !! Y esa misma persona acepta sin chistar lo de Adán y Eva, lo de Jonás dentro de la ballena, lo de hacer el mundo en 6 días, la resurrección, los milagros, los ángeles y arcángeles, el cielo y el infierno, y toda esa parafernalia con la que rellenaron muchas páginas, los primeros demagogos de la Humanidad, cuando hace unos 6 o 7 mil años comenzaron a elaborar -con mucha imaginación y quizás alguna buena intención- su versión acerca de todo lo que nos rodea y lo que somos, que entonces constituía una enormidad absolutamente desconocida. Lo irónico es que sigue igual para miles de millones de personas, que prefieren repetir la versión fantasiosa, que indagar en los resultados demostrados de las Ciencias. EJG

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