Por Matias S. H., Mauro Lirussi y Araceli T.
¿Qué
es el sensocentrismo?
Para poder desarrollar la ética del sensocentrismo,
empezaremos por definir algunos conceptos básicos, como ética y moral.
La moral son las reglas o normas por las que se rige el
comportamiento o la conducta de un ser humano en relación a la sociedad (normas
sociales), a sí mismo, y/o a todo lo que lo rodea. El concepto de moral se
diferencia de la ética en que ésta última reflexiona racionalmente sobre los
diversos esquemas morales con la finalidad de encontrar principios racionales
que determinen las acciones éticamente correctas y las acciones éticamente
incorrectas, es decir, busca principios absolutos o universales, independientes
de la moral de cada cultura.
La ética es la rama de la filosofía que se ocupa del
estudio racional de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el “buen
vivir”. Cómo se justifica racionalmente un sistema moral, y cómo se ha de
aplicar posteriormente a nivel individual y a nivel social. Esto requiere la
reflexión y la argumentación.
Una doctrina ética elabora y verifica afirmaciones o
juicios determinados. Una sentencia ética, juicio moral o declaración normativa
es una afirmación que contendrá términos tales como "bueno",
"malo", "correcto", "incorrecto",
"obligatorio", "permitido", etc., referidos a una acción,
una decisión o incluso intenciones de quien actúa o decide algo. Cuando se
emplean sentencias éticas se está valorando moralmente a personas, situaciones,
cosas o acciones.
Se establecen juicios morales cuando, por ejemplo, se
dice: "Ese hombre es malo", "no se debe matar", etc. En
estas declaraciones aparecen los términos "malo", "no se
debe", etc., que implican valoraciones de tipo moral.
La ética sensocéntrica o sensocentrismo es un
planteamiento ético que sostiene que todo ser con capacidad para sentir
(sintiente), es decir, que cuenta con un sistema nervioso central merece
consideración moral. El sensocentrismo afirma que la existencia de tales
sensaciones conlleva la existencia de intereses; interés en evitar sensaciones
negativas (como el dolor) e interés en experimentar sensaciones positivas (como
el placer).
La ciencia reconoce que los individuos con sistema
nervioso central tienen capacidad para sentir dolor y placer en el cerebro en
forma de experiencias conscientes. En el sensocentrismo, todos los seres con
esta capacidad son llamados sintientes y se los considera moralmente
importantes por derecho propio. Sólo los seres sintientes tendrían valor
intrínseco y relevancia moral, mientras que otros seres vivientes tendrían
valor instrumental.
El 7 de Julio de 2012 un prominente grupo internacional
de neurocientificos cognitivos se dieron cita en la Universidad de Cambridge
(Reino Unido) para celebrar la Francis Crick Memorial Conference 2012 , que
trató sobre la conciencia en los animales humanos y no humanos; en presencia
del científico Stephen Hawking, dieron a conocer la Declaración de Cambridge
sobre la Conciencia (Cambridge Declaration on Consciousness), en la cual se
reconoce que los animales no humanos tienen conciencia. Hasta donde se conoce
sólo existen animales en este grupo, aunque algunos animales como las esponjas
no presentan consciencia al no poseer tejidos nerviosos.
“El sensocentrismo no es más que una pequeña modificación
de la ética tradicional, se extiende la preocupación moral más allá de los
seres humanos, sólo a nuestros primos más cercanos, los animales sensibles.”
Enciclopedia de los derechos animales.
Asumir la ética sensocentrista tiene como consecuencia
práctica el seguir un estilo de vida que respete a los demás individuos
sintientes.
El veganismo es un estilo de vida que rechaza el consumo
de productos de origen animal en todos los ámbitos de la vida para no
perjudicar a otros individuos sintientes. Básicamente, el veganismo al volver
practica la ética sensocentrista, rechaza el sufrimiento evitable, tanto humano
como animal, de manera directa e indirecta (a través de rechazar o sabotear
actividades que involucren el sufrimiento de seres sintientes, como el consumo
de carne, el circo con animales, cualquier forma de maltrato animal, y hasta
productos donde se exploten humanos.
Para evitar la explotación y la crueldad hacia los seres
sentientes, el veganismo (coherente) se traduce a grandes rasgos en las
prácticas siguientes:
*Alimentación: los veganos siguen una alimentación sin
sustancias de origen animal, es decir, no se alimentan con productos como los
lácteos, huevos, carnes (desde la tradicional carne vacuna hasta pescados,
mariscos, reptiles, entre otros).
*Vestimenta y otros usos: los veganos rechazan los
tejidos y materiales de origen animal
(plumas, cueros, pieles, etc.).
*Ocio: los veganos rechazan los espectáculos en los que
se usan animales (circo, corrida de toros, rodeo, parque acuático, etc.).
*Productos probados en animales: los veganos evitan
productos elaborados mediante experimentación animal (determinados cosméticos,
comestibles industrialmente procesados, etc.), promoviendo alternativas a los
mismos.
*Compraventa: los veganos rechazan la compraventa de
animales, pues rechazan los maltratos dentro de los criaderos animales. Dicho
sentido de propiedad y explotación es usualmente comparado con el esclavismo en
sociedades primitivas.
*Consumo de productos de explotación humana: un vegano
coherente que lleve a la práctica la ética sensocentrista evita la compra de
productos que sabe que involucran explotación humana o esclavitud
infantil, marcas como Nike o
Converse son conocidas por la
explotación infantil en países subdesarrollados donde tienen sus industrias
para emplear mano de obra barata; un vegano coherente rechaza también dichos
productos.
Diferencias: Vegetarianismo-Veganismo
El vegetarianismo es el régimen alimentario que tiene como principio la abstención de carne y todo alimento que provenga de un animal, como la gelatina o la grasa. La dieta vegetariana no puede contemplarse sólo en términos de nutrición, sino que también conforma una actitud y estilo de vida, ya que es probable que un vegetariano rechace otras formas de utilización de los animales para producir bienes de consumo y/o para la diversión humana al igual que puede tender a apoyar su dieta alimentaria por razones ecologistas y naturistas.
Dentro de la práctica vegetariana hay distintos tipos y
grados. Las personas que no admiten ninguna ingesta de productos derivados de
los animales (como el huevo o los lácteos) son denominadas vegetarianas
estrictas o, en muchos casos, veganas, aunque el veganismo es más que una
dieta. Aquellas que sí consumen leche se conocen como lactovegetarianas,
aquellas que consumen huevos son denominadas ovovegetarianas y las que consumen
huevos y leche ovolactovegetarianas.
Dentro del veganismo lo principal es la ética, mientras
que para un vegetariano su actitud puede estar referida a una cuestión de salud
o gusto.
Empatía
El motor principal que impulsa al sensocentrismo, y por lo tanto al veganismo, es la empatía.
La empatía es la
capacidad cognitiva de percibir, en un contexto común, lo que otro individuo
puede sentir.
La base neurológica de fenómenos empáticos como el
bostezo proviene del área cerebral precuneo, situada en el lóbulo parietal
superior. Por otra parte, se ha observado que un determinado tipo de neuronas,
las neuronas espejo, solamente se activan cuando el mismo acto que realiza un
primate lo efectúa otro que es observado por el primero. De forma análoga, en
los humanos se activa la misma área cerebral, en el curso de una emoción, al
observar a otra persona u animal en el mismo estado emocional. Así pues, la
empatía describe la capacidad intelectiva de una persona u animal de vivenciar
la manera en que siente otra persona; posteriormente, eso puede llevar a una
mejor comprensión de su comportamiento o de su forma de tomar decisiones. Es la
habilidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de los demás
poniéndose en su lugar, y responder correctamente a sus reacciones emocionales.
Como tal es un sentimiento objetivo cuyo desarrollo requiere un cierto tipo de
inteligencia. Quienes padecen autismo, síndrome de Asperger o determinadas
psicopatías ven muy mermada esta capacidad cognitiva.
Algunos problemas del sensocentrismo
Sensocentrismo
metafísico
Probablemente sin malas intenciones, pareciera frecuente
que quienes adoptan el sensocentrismo (SC) tiendan a creer que se encuentran
ante un sistema de ética indiscutible, basado en criterios no arbitrarios y
objetivos. Por ejemplo, la atribución de objetividad podría encontrarse en
afirmaciones tales como “frustrar intereses de seres sintientes es
objetivamente malo”, “es malo que los seres sintientes sufran”, lo cual es
falso comenzando por el hecho de que maldad y bondad son valoraciones
abstractas -propias del pensamiento humano- totalmente ajenas a las propiedades
naturales de las cosas. El carácter convencional de esa valoración tal vez
quede más claro tras señalar que ni siquiera los humanos merecemos
consideración moral de forma objetiva: la cualidad de “persona”, como sujeto de
derechos y de deberes, no es una cualidad que pertenezca al hombre por derecho
natural –ni por derecho divino-, sino que se da en la medida en que se
relaciona con los planos políticos y jurídicos de determinada sociedad.
Discriminación
Por otro lado, es también común la afirmación de que el
SC es el único sistema de ética que no discrimina, y a esto suele unirse la
declamación de que la discriminación por especie – la que llaman “especismo”-
es análoga a la discriminación (entre humanos) por sexo o etnia. Para empezar,
discriminación es un concepto derivado de la ética humanista secular que no
incluye nada fuera de los humanos, por definición; además, la discriminación en
general se lleva a cabo todo el tiempo, aunque ciertos tipos de discriminación
se consideran inapropiados desde ciertos tipos de ética. Sin mencionar que el
SC discrimina por sintiencia, dejando afuera alrededor del 90 % de las especies
conocidas.
Aún concediendo que desde el SC (sensocentrismo) se
entiende “discriminación” como el hecho de dejar fuera de la consideración
moral a una especie no humana, ¿qué implicaría incluir todos los intereses de
todos los ANH (animales no humanos) bajo el mismo respeto? Para no caer en la
poco persuasiva consecuencia de que debamos preocuparnos por el bienestar de
las ratas, algunos sensocentristas adhieren al gradualismo -por cierto, otra
forma de discriminación-, que supone que sistemas nerviosos más desarrollados
conllevan intereses más complejos y, por lo tanto, mayor relevancia moral. Pero
tomado en serio de forma estricta, esto significaría que los intereses de los
simios, elefantes, ballenas y otros tantos animales deberían tener mayor
prioridad que los intereses de los animales de granja, a quienes normalmente se
dirigen los mayores esfuerzos de protección (o “respeto”) de los
sensocentristas.
Antropocentrismo
Aún cuando los sensocentristas se manifiestan en contra del supuesto usual de que los seres humanos son la especie más elevada y, por tanto, más valiosa de todas, algunas de sus consideraciones sobre el comportamiento animal no parecen exentas de valoraciones humanistas, por ejemplo al preocuparse por la “violación” o el “asesinato” entre ANH. Sigue en pie la discusión –aclaro, entre sensocentristas- sobre el valor del acto de esterilizar mascotas, acto cuyos beneficios parecieran obviamente más deseables que la supuesta angustia o humillación que el animal pudiera sentir al haber sido sometido sin su consentimiento. Pero la discusión existe y no faltan los líderes de opinión sensocentristas en contra de la esterilización a fin de proteger a las mascotas de sentirse supuestamente ultrajadas.
Muerte sin sufrimiento
Otro problema del SC es que, si bien el criterio de la “sintiencia” puede decirnos con bastante claridad a qué animales extender nuestra consideración moral, mientras los ANH no tengan conciencia de muerte –y hasta donde sabemos, no la tienen-, no habría ningún interés a frustrar en el acto de matar un animal sin causarle sufrimiento. O, yendo más lejos, la extinción de una especie animal debería ser un hecho deseable para un sensocentrista estricto, puesto que se les estaría evitando todo el sufrimiento posible. A la mayoría de los vegetarianos no nos gusta la idea de que se maten animales, pero la manera de justificar que esto sea malo no parece encontrarse en los ANH ni en su sintiencia.
Conclusiones
Para sostener que no deberíamos explotar a los ANH no es
necesario defender una posición realista moral que afirme la existencia de
prescripciones objetivamente válidas. Quisiéramos dejar en claro que el hecho
de abandonar la pretensión de objetividad no tiene como consecuencia inevitable
caer en el relativismo moral, puesto que aceptamos el carácter convencional de
nuestra propuesta, así como la variabilidad de los valores éticos, pero es por
esto mismo por lo que creemos que los valores son perfectibles.
Fuera de la metafísica, no hay nada ni nadie con valor
intrínseco y que, por lo tanto, merezca consideración moral de forma objetiva.
Además de que no es obligación de la ética considerar a los ANH, menos lo es
por la “sintiencia” de aquéllos, puesto que gran parte de los valores que tiene
en cuenta la ética transcienden la animalidad.
No podemos (los vegetarianos) pensar que tenemos razones
incuestionables para fundamentar nuestra práctica, pero basándonos en
argumentos como la insostenibilidad económica de la ganadería, el impacto
ambiental de la misma, y lo prescindible de los alimentos de origen animal para
la nutrición humana, creemos que tenemos razones relevantes para afirmar que la
utilización de animales como recursos es innecesaria y, luego -mediante la
proposición de que se considere valioso en humanos la capacidad de sensibilidad
hacia el sufrimiento y muerte de otros animales-, calificar aquella utilización
innecesaria como reprobable.
Lo de la muerte y el sufrimiento se puede contraargumentar así:
ResponderEliminarLos ANH tienen intereses en seguir viviendo por lo que matarlos sería frustrar sus intereses y esto perjudica su libertad y/o se los perjudica a ellos.